miércoles, 1 de noviembre de 2017

Cualquier verano pasado fue mejor. DP 120




Cualquier tiempo pasado fue mejor, vive el presente, el futuro es incierto, tralaralarita, coñazo de fracesitas. Soy de vivir en el pasado, está mal? claro. Me estoy reliando y pierdo el hilo, voy al grano:

Cuatrocientas páginas de dicha y gozo me ha dado mi reina de los mares, Elvira Lindo, en adelante Lindi. Cientos de risas y de ratitos  de no pensar, de no odiar, de no sentir esta continua sensación de estar perdiendo el tiempo, leer a mi Lindi es la receta contra mi oscuridad, hace décadas lo consiguió con Manolito y ahora lo ha ha vuelto a conseguir con la última versión de Tinto de Verano; bendito libro.

Qué porras voy a hacer ahora que no me cuenta lo mal que pasa los veranos en el pueblo, rodeada de animales que hacen ruido por la noche, con esa piscina que no quiere usar, con ese teléfono fijo que suena poco, con esos tropecientos hijos que sólo hacen dormir, ver la tele y comer como cosacos, qué leches voy a hacer ahora sin el Santo y su mochila fumigadora, sin esos gloriosos momentos de agandrar su obra, sin las historias para sacarse el carné. Elvira entiende mis chorradas, es otra inestable como yo y compatibiliza la telebasura con la relectura de los clásicos, por no hablar de los momentos pareo, o por esa afición suya tan bonita al consumismo y  su poquito de alcohol.

Vosotros, queridos nadie, ya que nadie me lee ya, no me entendéis, parece una majadería infantil, vosotros, queridos nadie, estáis obnubilaos con Catalonia, ya, ya, vosotros que no estáis obsesionados con Lindi así os ahorráis echarla de menos y sufrir.

Iré cual alma en pena por este mundo ajeno de la mano de Dios, surcaré las calles cabizbaja, los llevaré yo sola, solita, en mi cabecita y en mi corazón, me reiré solita al recordarlos y pensaré que es cierto, que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Lo bueno es que tengo el libro para mi para siempre, era de la rubia y se lo he cambiado por el de Carlos Sisi, señores nadie, a mí los zombies me sudan de toda la vida de Dios, he ganado otro libro importante, tan tan importante que lo he puesto en mi estantería de los mejores, justo al lado de las obras completas de Proust, punto en boca, lo escribo como lo siento.

Lo segundo bueno de mi Lindimundo es que he conseguido que mi pequeño infante olímpico se haga adicto a este mundo lectural, sin tener que insistir ni nada, mi amado hijo lleva en un mes y medio casi cuatro libros leídos de mi Manolito Gafotas, es tal su emperramiento que a veces le tengo que regañar para que suelte el libro. Estos son momentos de gozo y absoluta felicidad, esto es lo que llevo esperando tantos años, tener algún gran lector en casa y poder compartir mis millones de libros.

Mientras, de mientras, que vosotros hacéis no sé qué leches hoy, yo oigo cual niñata el Ave María de Bisbal, que por qué?, pues porque era el tono del móvil de Evelio, el de la zanja del chalé de mis nuevos personajes literarios favoritos del mundo mundial.



Posdata: menos mal que conocí hace meses a Elvira Lindo y me firmó un par de ejemplares de Manolito Gafotas, menos mal, menos mal, menos mal. 


Lucía Morales.


Mi CV está aquí. Dp 124

Estaba tomando cañas, dos puntos No recuerdo la última vez que escribí un Dp, seguramente hace demasiado, demasiado de todo, para ca...