viernes, 27 de enero de 2017

Espiral DP 111



Girar, girar dos veces, comienza en mí, acompañada de un cello, iré danzando en círculos, precisos, ojalá preciosos, pero es tan difícil que no me lo quiero poner como reto, escribir con la responsabilidad de un autor para con la palabra son palabras mayores, soy consciente, gracias a muchos, pero sobre todo gracias a dos personas, giraré por partes, son dos, comunicantes.

Inma, no hace tanto que te conocí, fuiste un giro, hiciste llegar a mi Belén el libro, el que comenzó esto, si, lo sabes, Océano mar, desde entonces todo ha cambiado. Mi mundo ya no estaba solo, lo amplié, hice reformas, entré en mi casa, como dice City, no me quedé en el porche, tuve que entrar y estar en ella un tiempo, el necesario para tirar algunos tabiques. La he puesto muy acogedora, me gusta estar en ella, antes era fría y solitaria, con algunas habitaciones vacías, viví durante años en un iglú, por mi propia voluntad, indudablemente. Y conocí la posada de Almayer, un lugar mágico creado por EL, que no se puede explicar, ni se debe, es un sacrilegio, aunque hay una frase que lo resume, es justo y necesario que la comparta para entender, entenderme, dice Es un modo de perderlo todo para encontrarlo todo. Es eso, quería comprender el mundo, quería todas las verdades, me perdía mucho, igual que me pierdo ahora, no lo niego, pero antes no había regocijo, ahora, siempre lo encuentro, en muchos lugares, pero sobre todo en sus libros, y en mi propia casa, no me considero un personaje de EL, pero si estoy en muchas de sus páginas. Ya no estoy sola, aunque me empeñe. Quisiera explicar todo lo que sucede en mí pero no puedo, o no quiero, quizá por eso intento cada día que la gente lo conozca y lo lea, para ahorrarme explicaciones de mi forma de ver la vida, de entender el mundo, ya se encarga EL, y de la mejor manera posible, lo demás es sacrilegio.

Pasó el tiempo, yo seguía imbuida en mis libros, encontrando caminos, leyendo verdades, llenando vacíos y sembrando belleza, es bonito eso, llenas un hueco con la semilla de algo que sí te completa y que sabes que germinará, en mi caso fue con otro giro, Cristina, ahora ya no sólo leo, también escribo.

Cris, qué te digo? Me giraste, si claro, para adentro, si, y cómo se llama eso? Lo tuve que buscar no lo sabía, Espiral, es una espiral, tiene muchas curvas, cada una puede ser algo o alguien que cambia tu rumbo, pero en mi caso me meten en mí, para una cosa que tenía dentro y sacaste, escribir, y vuelvo al verso, tranquilidad que me salgo, es por eso de girar y girar, y también por algo extraño que me para, dices que me define, le tengo miedo, lo llamas verticalidad, me hace volver a perderme, me deja ciega si no me encuentro, puede que ahora no quiera hacer aflorar ciertos sentimientos y no lo niego -no me niego, no es justo- ya estoy decorando mi casa con los muebles que quiero, conseguí mi habitación propia pero ahora tengo que ganarme otra cosa, se llama respeto. Sé que lo necesito para continuar danzando, conseguí con mis vueltas que me vieran y me creyeran, pero me queda otro reto, y es que Yo no me creo.





Lucía Morales.

jueves, 5 de enero de 2017

Unochenta. Dp 110



¿Imaginas un árbol con muchas ramas? ¿Esas ramas con muchas ramificaciones? Sin flores, sin fruto ¿Sólo pequeñas ramitas? Básicamente así me veo y me siento desde hace meses. Explicoteo, dos puntos.

No es algo triste ni dramático, o puede que tal vez si. Es una especie de dispersión que vino para invadirme y quedarse, admito darle cancha, por tener la cabeza en otras cosas, o por pura pereza    -madre de la pobreza- en resumen resumiendo, no estoy por florecer ni florecida, se lo he dicho a la rubia esta mañana; es una triste pena.

Imaginas a alguien que cuando conoces parece que tiene posibilidades de muchas cosas, ¿tipo comerse el mundo? Esa soy yo.

Definitivamente soy un engaño, un chasco, un truco o trato. Me pasa en varios modos o niveles, sobre todo en el laboral, pero estoy asumiendo que no creo que vuelva nunca a ese mercado. Me pasa y sucede hasta con la gente, cada vez me relaciono menos y peor, empezó por mi ya famosa etapa de las vergüenzas -maldita etapita- y se alimentó de lo rancia que me estoy volviendo.

No sabemos si esto pasará, como las oscuras golondrinas. No sabemos si es que el 2016 me ha destrozado y puede que no pueda recomponerme nunca, Qui lo sa. Lo que si sé, es que escribir menos Dp no me ha ayudado, ser escritural necesita de una práctica constante y sonante. 

La rubia y yo semos culturales, lo sabe el mundo entero, semos lecturales, escriturales y musicales. Vamos a eventos varios, últimamente vivimos en El Cervantes. Damos Symposiums a cualquiera que ose escucharnos, pero, siempre el pero, hay una brecha creciente entre nosotras -malditas brechas- y es que la rubia ha contratado un canal de cine independiente y ve películas raras extranjeras subtituladas, me cuenta cosas de belgas y tal, me deja loca, me mira raro, ya no es la de antes, se siente fina y elegante; ten amigas para esto. Por todo esto, y por que mide unochenta, no me queda otro remedio que querer matarla, hay que entenderme, la rubia es mucha rubia y yo tengo una racha mu mala y así no se puede, un poquito de consideración y empatía, y un poquito de por favor.

Total, que todo esto no viene a cuento, pero ayuda a mi particular lucha contra la dispersión, sería magnífico que nos tomáramos las terapias gratuitas en serio: hablar con amigas, pasear por el parque, ver puestas de sol, ser cursis a reventar sin sentir vergüenza, etc, etc y reketeetc.

Y ahora voy a marujear un rato, y a pensar cosas superprofundas, como qué botas le pido a los Reyes Magos, una negras sosas que pegan con todo, o unas rojas maravillosas que sirven para mirarme los pies y confirmar que mi armario no está a su nivel colorario.




Hasta luego carahuevo.

Lucía Morales.

Mi CV está aquí. Dp 124

Estaba tomando cañas, dos puntos No recuerdo la última vez que escribí un Dp, seguramente hace demasiado, demasiado de todo, para ca...