martes, 29 de abril de 2014

Madres y la corriente nunca quieta de la vida. DP 23



Los niños necesitan certezas. Baricco

Y las madres? las madres sólo tienen la certeza de sus hijos.

Humildad, naturalidad, incondicionalidad, inocencia, amor.

Nacemos egoístas buscando el pecho de un ser que emana protección, buscando el refugio de los meses en ese vientre, en esas entrañas, venimos del todo para llegar a este mundo sin dueño, y poco a poco nuestra yo se convierte en alguien lejano para construir un hogar que tiene cimientos nuevos, los del llanto y la sonrisa de ese ser que le da sentido a nuestra existencia, que viene para completarnos y para hacernos ser partícipes de una nueva historia, donde ya no somos protagonistas, nos dejan en un papel secundario, benditos todos los niños, benditos ellos que con toda su inocencia nos quitan máscaras y nos dejan desnudas.

Desnudas nacemos, desnudos los hijos e hijas, en esa carne encontrada será donde sellemos nuestro vínculo con la vida, creamos vida y gira el universo, para que ya no seamos nuestro propio eje, ahora ellos dominan nuestro corazón, latidos comunes, constantes, fuertes y débiles, al unísono, la banda sonora de nuestro futuro viene para no marcharse, para que nos fundamos unos con otros y las miradas sean tan puras como deben ser, la pureza y la inocencia no tienen precio, ni escuela, ni leyes, ni religión.

Madre tierra, madre biológica, madre que adopta, madre infinita de cada infante que mires, de cada niño que muera, ya estás entregada entera, no le niegues amor a quien te quiere toda tú.

El regalo más hermoso que se la hace a una madre es un bebé. Cuídalo, aliméntalo, no te duermas, que tu baby si duerma, el mecer tranquilo, acúnalo y acarícialo como tus instintos sepan, tócale la frente, vaya que la temida fiebre aparezca, y con tus ojos insomnes sigue ahí entera, con las hormonas dominantes y tus zapatillas puestas, pierde tu vergüenza y saca siempre que puedas tus pechos fuera, para encontraros en ese regocijo, esa cuevita siempre será vuestra.

Dicen que el verdadero compromiso es pensar a largo plazo, para mí es el único futuro, pensar en nuestros hijos e hijas y en sus venideros días, en todo lo que podré sembrar para que no se pierdan tanto como yo me perdí, y en cada perdida que tuve lo que me hizo volver fue la maternidad, hacia todos, extiendo mis alas y quiero cuidar a todos, a quien me deje acercarme, quien no rechace mi yo inmenso, al nacer ellos dejaron algo hueco mi mundo, y con cada parto me hice más inmensa, ahora ya todo el amor del mundo me cave, y por eso reparto, reparto, y aunque a veces me exceda sé que seré perdonada, porque lo hice lo mejor que pude, como todas, sin escuela.

También cuentan que es más fácil destruir cosas que construirlas, y una piensa, una madre piensa y siente, que aquello que creó puede venir algo o alguien y arrebatártelo, y con ese miedo a veces perdemos la conciencia, pero al dormir y mirarlos vuelven de nuevo las certezas. Sueña mi amor, que mientras me tengas seré siempre quien te proteja y te enseñaré a quererte para que cuando decidas elegir caminos, no sientas miedo y te atrevas, y te atrevas.

Camina siempre, yo te di la mano en tus primeros pasos, pero cuando crezcas querrás recorrer senderos y mientras seguiré en casa, pero con la confianza de que estés donde estés, y sin pesar ninguno, posarás tus pies en tierras nuevas, con gente extraña que al conocerte serán dichosas sólo, de solamente, por tu presencia.

Kierkegaar dijo, Tengo que encontrar una verdad que sea verdadera para mí... la idea por la que pueda vivir o morir.

Madres, ya tenemos niños, todos los del mundo son nuestros y por ellos viviremos y moriremos. Pero madre, no te pierdas mientras, sigue siendo siempre tú, la que crea, la que aman, no te disipes.




No pierdas tu esencia madre, que cuando se quede el nido vacío y te mires al espejo no quiero que llores por tu soledad, quiero que rías de felicidad.

Pensaba en la misteriosa permanencia de las cosas en la corriente nunca quieta de la vida.
Pensaba en la misteriosa permanencia del amor, en la corriente nunca quieta de la vida.
Baricco.

Dedicado a todas las mamás, la mía la primera, y a mis hijos, Alba por empezar mi círculo, y Nacho, que nació el día de la madre, por cerrar este círculo. Mi círculo nunca se cierra, se aumenta, soy también madre de mis sobrinos y de toda persona que me necesite o quiera.

Gracias hijos por hacerme eterna.

Lucía Morales.



martes, 22 de abril de 2014

LahermanadeElena. DP 22




Maligna, esto va por ti, me lo pediste y antes del próximo concierto de vuestro Dalma ahí va.

No hace mucho mi hermanaElena me dijo que la habían llamado de Canal Sur para ir a un programa de sorpresas, no recuerdo el nombre, y me entraron dos cosas pa´rriba, la primera una alegría mu grande por el momentoestrelladelatele, esa caja que tanto engaña, y otro sentimiento, vergüenza por no habérseme a mí ocurrido eso, que admito intenté de otras maneras, pero por mi desconocimiento de lo local no soñé realizar.

Lo más fuerte era que a ese programa iba Sergio Dalma, el ídolo por excelencia de mihermana y de sus amigas dalmáticas, todo eran señales para pensar que la sorpresa era para ella, se juntarían ante las cámaras y lloraríamos todos como posesos, fueron dos días de frenesí y locura, nadie nos aclaraba nada, pero la autora de los hechos me aseguró que era para sorprender a sus padres y no a mi hermana, a mí me daba igual, seguía soñando mi propia historia.

Pregunté si podía ir de acompañante y me lo negaron, pero no me conocían bien, soy jartible e incansable. Horas antes de comenzar el programa en directo me dijo mihermanaElena, inténtalo, sólo eso, inténtalo, y en menos de media hora me arreglé, mal, lo admito, pero ya limpia y algo pintada, los niños colocados y el coche chirriando ruedas me planté en la puerta de Canal Sur.

Pasaron dos cosas, la primera, se entraba por la principal, pero donde yo me encontraba sola y helada no había nadie, era la trasera, y yo ajena, me extrañaba pero seguía con mi locura e infinita paciencia mirando coches, y suplicando entrar para mis adentros.

Salió una trabajadora y me preguntó qué hacía allí? le dije que estaba esperando. Me preguntó, el qué? respondí, entrar, y dijo, Quién eres? respondí la verdad, soy lahermanadeElena, si? si. Tras un corto silencio, dijo ella, de Elena la azafata?, respondí tranquilamente, tomándomelo a broma,  Si, también. Y dijo, vale, espera ahora te meto.

Pasaron unos minutos y regreso la extraña, volvió a preguntarme quién era, repetí lo mismo, LahermanadeElena, ah! vale. Dijo, me prometes que no vienes a ver a Sergio Dalma? respondí, te lo juro. Y era cierto, no iba a ver a Sergio, iba a ver a mi hermana, ya estaba dentro, ya estaba dentro.

En la cafetería sola, se me acercó un muchacho y volvimos al ritual, Quién eres? LahermanadeElena, me preguntó mi nombre, lo apuntó, si, yo ya estaba en la lista para entrar en antena, luego me dijo que dónde estaba ella, le dije, ya llega, está en camino.

Mientras que todo esto pasaba yo estaba wassseando con Marina, conocida como Maligna, una fiel amiga demihermanaElena, había quedado con ella fuera, pero claro, yo estaba en la entrada de atrás y ella en la principal, me dijo que la metiera, pero era imposible, yo solo, de solamente, era y soy lahermanadeturno. 

Elena llegó con los cómplices del programa, se quedaron locos cuando me vieron allí tan sentada y colocada, incluso mi pequeña hermana se hizo la loca para no buscarse problemas por mi culpa, y le dije, no te preocupes, ya estoy apuntada en la lista. Si, soy una lista, y una caradura, algunas ocasiones no se piensan las cosas, se viven y punto.

Y allí estábamos ya, con un refresco, un café, patatas, un bocadillo y la cámara para inmortalizar cada suceso. Elena sólo quería ver a Sergio, pero no sabíamos si pasaría, hasta que vimos mucha gente moviéndose, Sergio estaba entrando y salimos a buscarlo, he de decir que cada vez que se encuentran Elena y él surge algo mágico, sus miradas brillan, se abrazan como sólo el corazón sabe, nadie puede meterse en esos momentos, son suyos, son íntimos y bellos, son un gozo inmenso para ambos y cuando los vives ya no pides más.

Ella iba muy guapa, radiante, la pintaron y peinaron, y a su amiga Mayka, la que todo esto montó, también, otra mujer bella en todos los sentidos. 

El programa comenzaba y las incertidumbres volaban con los focos, me colé dentro y en una grada aparte, fuera de las cámaras estaban sentadas las dalmáticas, las dejaron pasar, por la puerta principal, y entre ellas las grandes, Cristina, Carmen y Marina, por fin conocía en persona a la gran Marina, mide 3000 metros, de largo, y 4000 de ancho de corazón, es una de las sonrisas más radiantes que conozco, y una de las energías más preciosas que el cosmos nos puso cerca.

Marina seguía sin entender que hacía yo allí dentro por los pasillos, le conté la historia del salto y seña, soylahermanadeElena, se meaba de risa, no se lo quería creer, pero era verdad. 

Compartimos espacio con una señora de verde insoportable en todo su ser, la puñetera acabó sentada en primer fila, delante de las cámaras, señorascansinas.com, tras 40 horas me colocaron a mí también en el público, ahora tocaba aplaudir y esperar, con los ojos chicos de tanto sueño.


Y por azares del destino estuvimos todas allí, hasta las 2 de la madrugada, durmiéndonos por los rincones, con el rímel corrido y los tacones incrustados, la sorpresa de mi hermana no era para ver a Sergio, pero dentro habían compartido besos, bailes y sonrisas, ella tampoco quería más.

Nos reímos tanto que parecía mentira, nos reímos, nos reímos, repito, nos reímos. Menos mal que no les dije que también soy la hermanadeEva, o hubiera acabado con el micro en mano cantando por bulerías, es por eso de darlo todo a cada rato.

A veces las ilusiones son sólo pompas de jabón, que al explotar nos llenan los ojos de jabón y nos hacen llorar de decepción, y en ocasiones, benditas ellas, esas ilusiones o pompas brillan y al explotar se convierten en personas especiales que con su tierna mirada nos dan segundos de vida. Somos muchas amarillas, somos todas amarillas, nos mezclamos y nos queremos hasta cotas infinitas.


La noche pasó, al salir el frío se quiso adueñar de nuestros cuerpecitos, pero la felicidad podía más que él. No sucumbiríamos ni a la noche, ni al frío, ni al aire, ni al cansancio, entre bailes y risas llegamos al coche. Desde ese día tengo una amiga nueva, Marina, la casarabonela más salerosa. 

La gente sigue sin entender muchos de mis comportamientos, espontáneos, mis correslocos, pero es otra forma de existir, y ahí me siento tremendamente viva, me siento yo, aunque roce todos los límites, el día que siente la cabeza será que he muerto.

No nací para madre puchero, no, al mundo vine a otras cosas.

Puedo ser aún más tremenda, pero en ocasiones la gente se me asusta, ahí otro desaprovechamiento.

Gracias a todas aquellas personas que aceptan mi forma de ser desde el cariño más profundo, las que me dicen que dentro de todo el torbellino que soy, les produzco paz y alegría, son motores para mí. También soy calma y serena, cuando así se me necesita.

Lucía Morales.

sábado, 19 de abril de 2014

Todo y nada, delirium. DP 21.



El tiempo es un misterio de la fe. Ea, soy consciente y lo explico. Hay días que al levantarme me parece ser años mayor y voy por el mundo con esos años regalados, de golpe, en horas y todo cambia en su contexto. Mi mente va a cumplir 90 por cansancio y 16 por aptitud adolescente, comportamientos jóvenes, piernas largas, caderas estrechas, pensamientos agotadores me conducen directamente a la bipolaridad, genéticamente además estoy predispuesta, se me juntan tos los factores.

Ejemplo, voy al Covirán, y se me hace un mundo, lo vivo tan intenso cada momento que no paro de fliparlo constantemente, y no entiendo como la gente puede ir con esa cara de amargado por la vida, que sí que estamos en crisis y eso, pero coño, sonríe y flipa, que es gratis!

Entro, bailo, cojo la cestita de ruedas, si, sé, ya lo he contado, y me lanzo por esos pasillos de todos los días y que me siguen resultando extraños, tengo que recordar que además de pan hay que comprar más cosas para hacer unas comidas familiares. Virgen! y vengo sin nota! otra vez me tengo que salpicar los sesos y mirarlo absolutamente todo, para recordar lo necesario, y como paso de recordar tengo un plan infalible, comprar siempre lo mismo, sólo dejo al azar la carne, pero hasta me repito en las dosis de embutidos, parezco más interesante leída, pero como consumista de comestibles soy de lo más soso. 

La gracia viene cuando hablo con los tenderos, palabra que se está perdiendo, es una pena, la repito, si, tenderos, y ya estás un rato de chachareo, sin problema, cualquier tema es bueno, no tienes que llevar el guión preparado, y sin barreras mentales le cuentas algo de tu vida totalmente íntimo, y que sabes que de ese mostrador no saldrá, tampoco es que haya contado yo grandes cosas, básicamente por no pasarme nada tan íntimo ni personal, pero sino fuera por eso, les abriría mi alma y la limpiaría allí entera, como ellos hacen con los pollos, sin pudor.

Leche, gelatinas, café, zumos, batidos, azucar, pan, aceitunas, y pocas cosas más, ya tengo el carro lleno y voy a vivir la gran aventura, pasillo por si me encuentro con alguien y pego la hebra, pero sólo, de solamente, que trabaje allí, los vecinos no me interesan lo más mínimo, son sosos. Llego a la caja y mis amigas están allí y nos ponemos requetecontentas, sin vernos 24 horas! nos llamamos entre nosotras Ainhoa, más que nada para no liarnos y para que quede constancia de que somos la misma persona al compartir unos pocos metros.

Me cuentan todo, paramos la caja, que tenemos millones de cosas que decirnos de nuestras horas ajenas, y nos reímos tela, y nos registramos los móviles, nos enseñamos fotos, y no me voy, que estamos de chachareo, es duro salir de allí y vivir en el mundo con otras personas que no saben lo grande que eres, y el desaprovechamiento que tengo como ser humano espectacular, alguien que más o menos ya entra en mi círculo más íntimo es el del kiosco en el camino entre el supermercado y mi casa.

Pedir algo en el kiosko es lo más parecido a una epifanía, el sol brilla en sus cristales, se te aparece de dentro, si aparece de aparición mística, el kioskero y con su sonrisa vuelves a tener ganas de contarle tu vida, obra y milagros, luego, bajo tu escalón de aluminio te das cuenta que sólo eres un feligrés en ese mausoleo de chucherías y que la divinidad es él que está dentro, le das tu penitencia, el dinero por ser devoto del Dios de las chuchee. 

Cuando llego a casa he tenido tanta cantidad, e intensa, vida social que me doy por satisfecha, y voy a recoger a los niños con la cabeza baja, para no tener contacto visual con otro humano y más conversación, que ya voy servidita. Levanto la mano a algunos y corro, ya estoy en casa para comer, a salvo de esa gente que vive fuera y que no quiero que me cuenten su vida, que con la mía ya tengo bastante.

Y en las infinitas tardes de conservatorio también me niego a cogerle cariño a otras madres, que no quiero que me cuenten sus cosas, lo juro, si no es algo muy muy interesante, por favor, no me molestes, que estoy leyendo, o pensando.

Todo esto no es entendible desde fuera, si sólo se me lee, pero quien me conoce sabe que un día conmigo puede ser una verdadera odisea mental, me cuestiono absolutamente todo y saco mis teorías de mierda, las cuento como lo más grande, más que la Jurado incluso, y ya soy 5 años mayor, las cosas que se ponen ahora en los cartelitos del Facebook las sé por mí misma hace décadas.

El runrun marujil está mu mal visto, no se valora la filosofía femenina, soy una ilustrada, al dominar tantas artes además me considero más del renacimiento que de este tiempo. Y que me sienta en ocasiones patética es por no tener un editor ya llamándome por teléfono, antes adivinado por obra y gracia del espíritu santo. 

Esta historia es para contaros que una de mis amigas del Covirán hoy por fín me pidió mi Facebook, la agregaré y sabrá todas mis verdades tras las paredes rutinarias lineales verdes, y se enterará que en realidad mi vida es tan triste que cuento las tonterías que me pasan allí, y poco más. Cuatro fotos en Facebook hacen tu vida envidiable y frenética, pero eso es lo que veis, lo que no veis es mi ropa de loca y pelos despeinados recorriendo los mismos metros y pensando que pienso más que los demás, y mejor, por supuesto, pienso mejor.

Y no me parte un rayo.

Mundo mundial, me debéis pagar por existir, qué alegría de soñar, qué no tienes dinero para vacaciones, habla conmigo un rato que marcamos un destino y mínimo una tarde lo vivimos completo, imaginando la cantidad de cosas que podrían pasar, dando por sentada tantas aventuras, olvidando frustraciones y simultaneando universos paralelos. Ser madre y viajar a cualquier lugar sóla o con amigas no es incompatible, sin culpa, aprovechando y estrujando los minutos.

Cuando repito cosas aburridas me subo un monte, hago fotos, me siento en una piedra, miro flores, admiro una verja y me recuerda que cuando vuelva a casa tengo que recoger la ropa, pierdo neuronas por chorradass, pero mi casa recogía, y ya te digo, la ropa limpia y tendía.

Estoy harta de tanta tontería, a fliparlo un rato, que total, la vida va a seguir pasando igual, y ningún día volverá a ser por ejemplo, 19 de mayo de 2014, leches! Vive! Resucita! que lo que ves en la tele son películas y vidas ajenas, llena la tuya! monta tus pelis! y luego, así, si me entrarán ganas de escucharte mundo, a mis ajenos aburridos, si se atreven a vivir sin miedo, sin vergüenza y estrujando momentos.



PD. no puedo perdonar que mi mejor entrada, la del subcielo haya sido la que ha tenido menos visitas. Y un premio a tí que has llegado hasta el final de este texto insustancial.

Lucía Morales.


martes, 8 de abril de 2014

Derechos de la mujer. DP 19



Tras miles de años en este planeta, siendo más de la mitad de la población aún se nos sigue juzgando por cada acto que cometemos, y las peores jueces somos nosotras mismas contra nosotras, la culpa no debería ser la que nos acompaña constantemente, debería ser sólo el amor, que es lo que nos mueve.

Estos días está en las redes una lista de derechos de los hijos, preciosa, pero que nos vuelve a poner el listón alto, yo pondré los que hoy pienso que nos corresponden como sexo femenino.

Tenemos derecho a ser madres o no serlo, sin dar explicaciones del por qué de la íntima decisión.

Estamos en nuestro derecho a vivir los años que cumplimos como queramos que sean, las décadas y las velas no deberían marcar nuestro rumbo, repetir ser niñas, adolescentes o extremadamente maduras no va en el carné, va en nuestro yo interior.

También derecho a cambiar de opinión sin darle demasiadas vueltas a la cabeza, hacemos tantas cosas que cometemos más errores de los socialmente permitidos, pero si estoy segura de algo es de que, si de nosotras dependieran los países o gobiernos, a la primera o segunda guerra ya habríamos escarmentado.

Podemos disfrutar de nuestra flor y no, sin imposiciones ni cargos maritales, desflorarnos por nuestros motivos, no por los del sexo masculino, nuestras entrañas son sagradas, somos nuestras propias vírgenes, de otra manera más humana, mezclada con algo de divinidad, esto es sagrado.

Derecho a perdernos cuando no podamos más con la vida, ya que somos las que la damos y quitamos, parimos y amortajamos, a veces pesa demasiado ser tanto y hay que respirar solas.

Derecho a ir con nuestra amigas a hablar de todo, a hacer cosas que antes sólo, de solamente, se les permitía a los hombres, nunca se dice de una mujer, por lo menos no está en los bares o haciendo otra cosa, su hobby no es ese, si, si queremos estar en los bares, es nuestro derecho, igual que lo es acunar a un bebé hasta que se nos caigan los brazos, brazos que nunca caen, fuerza vital nos sobra.

A bailar hasta caer rendidas, sin mirar reloj, sin cumplir horarios, si en casa hay alguien que nos espera y nos quiere, sabrá comprenderlo y respetarnos.

A un abrazo largo, sincero, sin malicias, protector y optimista.

Derecho a ser demonios, a enfadarnos, quejarnos, unas veces por nuestras hormonas y otras sólo por desahogarnos, sonreír siempre nos puede hacer tragar dolores que produzcan nudos dentro que luego nadie sabrá desatarnos, dejar que nos llenemos de nudos es demasiado, a veces nos tienen que ayudar a desatar las cuerdas, amigos, parejas, el mismo cielo o una brisa de verano.

Derecho a la intimidad, cerrar puertas con candado, por mucho que queramos a la familia, hay horas que nos pertenecen para hacer algo por nosotras mismas, ayudar a sacar cosas que tenemos escondidas y que de otra manera podrían encasquillarse.

Derecho a ser artistas, que no se nos compare con obras de hombres, las grandes clásicos son varones y seguíamos entre fogones, pero con la cabeza en cualquier lado.

También derecho a elegir entre dar el pecho o el biberón, sin culpas creadas por la báscula de la farmacia ni por grupos de otras mujeres que tienen esa paciencia que nos raja vivas, todas no tenemos facilidad para dar de mamar, y duele tanto que puede cortar ese vínculo que inventaron, los hijos son de las madres, las que no duermen pendientes de su respiración, de sus mocos, toses y siempre con el termómetro en la mano, cuando el regulador de nuestra mano nos dice verdades, necesitamos que lo confirmen objetos extraños.

Derechos a estar locas, ser raras, y no ser madrespuchero, o que nos encante cocinar emblancos, no todo está en la cocina, no todo, o sí, depende, sin exclavitudes.

A vivir como decidamos.

A no ser víctimas de las modas, no ser supermodelos, pasar ya de dietas, de operación bikini, aceptar las estrías y las arrugas como algo inherente a nosotras, cicatrices que nos dicen que no somos de plástico.

A ponernos pecho o quitárnoslo. Con permiso de la vida que a veces dicta otros caminos y no nos deja elegir soltar o aferrarnos.

A no ser siempre anfitrionas perfectas, es más, a no ser perfectas en nada, la imperfección es el mayor rasgo humano.

Derecho a ser dueñas de nuestros cuerpos, mentes y sentimientos, sueños, anhelos o engaños, a querernos infinitamente y además nos sobra para a todos cuidaros.

Derecho a amar de forma incondicional a quien decidamos, y otras veces odiaros, pero serán aberruntes, nuestro corazón tiene otro tamaño.

Derecho al aborto, cuando es nuestra decisión, a nosotras nos duele, no es algo que se hace sin sentir, lo llevaremos como otra carga, que no nos castiguen por hacernos ese daño, quizá era lo mejor para ese ser que no llegó.

También a sentir una cosa y decir lo contrario, contradecirnos es bello, saber traducirnos es más bello aún.

Es sólo cuestión de tiempo que cada una se encuentre, se ponga sus zapatillas rojas y baile un vals o un tango, no hay nada más triste que una mujer que muere sin haber sido todo lo que podía ser, una mujer o cualquier ser humano.

Hijas, madres, abuelas, tías, primas, sobrinas, amigas, vecinas, nueras, suegras, cuñadas, marujas, profesionales, entrañables, odiosas, enemigas, diosas, humanas, llenas de todo. 

Un beso a todas.


Lucía Morales

sábado, 5 de abril de 2014

Resurrección. DP 18



Abril, aguas mil, flores y achís, sol y más sol, es hora de renacer, es la hora de darle un nuevo toque a mi modo maruja, de decorar el blog yo misma, llegó mi Resurreción.


Preferiría no hacerlo. Me encantaría hacerlo. Reacciona!

No seré yo quién juzgue ninguno de esos comportamientos, sólo de solamente, quiero no ser un zombie y encontrar una nueva forma de Salvación.

Mi misticismo es tan íntimo que se limita a creer fervorosamente en las Vírgenes, y sobre todas, Mi Rocío, la novia de Málaga. Faltan pocos días para que esa mujer de blanco se pasee por la calle y nos de a todos en la cara, nos plante humildad, compasión, conciencia, fervor, pasión, tranquilidad, paz, amor, amistad, compromiso, y mil millones de cosas positivas a las que me niego a poner ni hoy ni nunca delante una palabra. Demasiado. Nada bueno ni bello puede ser nunca demasiado, no veis que es necesario? Que es todo lo necesario.

Esta semana no me faltó un detalle, musiqué corriendo de mi casa al conservatorio las tropecientas veces de turno, me volvieron a pitar todos, no faltó ningún pretendiente al infarto, busqué aparcamiento, tuvimos concierto, ea, accidentes infantiles, cuasi del mismo materno, pero se nos concedió una misericordia que antes no conocían mis ángeles custodios, tuvimos visiteo en casa para ver al hombrerotoclavicular, ya mueve un poco el brazo.

Estuvimos en la revisión del traumatólogo y nos sentimos una raza inferior e incapaz, ante un médico de la Seguridad Social no se puede hacer ni decir nada, en sus dominios estamos presas de sus pronósticos y de sus desafiantes miradas, ya sean a nuestros ojos o a los informes que todo lo dicen acerca de nuestro futuro.

Please, si alguien en el mundo mundial queda por venir a ver al opá, coño! no quiero, que no me gusta ser anfitriona, me gusta ir a mi bola, que no es tan grave, que ya está mejor. Qué cruz, qué mes de enfermerapuedocontodo, NO, NO puedo.

Ví a una niña de días preciosa que llaman Ona, de Mariona, linda, guapa, pequeña, prometedora, tragona, perfecta, comunión de dos personas que quiero y admiro.

Compré en mi supermercado de siempre, con ese cariño que nos inunda, de amore nos hablamos, me hacen sentir tan importante, a veces se pelean por estar unos minutos conmigo y compiten para ver quien es mi mejor amigo. Molan las competiciones fraternales.

Jugué a los autoengaños, a las envididas, al correcorrequetepillo, basado en recoger tuppers, mientras tenga un ortopédico en casa la familia nos seguirá alimentando.

Anduve por el monte, subí muy alto, con mis fotos artísticas, insisto en que como fotógrafa tengo una gran desaprovechamiento, soñé con proyectos de futuro, quiero presentarme a varios concursos de escritura, no por el premio, sino por creerme. Limpié y limpié y limpié. Pero de lo mejorcito semanal fue y es leer a Bartleby, el escribiente, de Melville, a los pies de Melville, a los pies de su tumba.

Estuvimos de ensayo orquestal, de reunión cofrade y de compras industriales. Y ahora, dentro de esta locura delnodescanso en la que me sumerjo y en la que parece que me voy a ahogar, os contaré lo que me ha ayudado a no morir por ser yo. The Karate Kid, la versión nueva del hijo de Will Smith, Jaden, lo adoro, la mirada de ese niño se me ha metido dentro y aplaca mis nervios, la mirada de un niño negrito ajeno, en una película comercial fue mi Salvación y el principio de otro principio de mí. Resurrección.

He vuelto a tener sueños que recuerdo, y a tomarme en serio a la vez que me río de mi misma. Compré lienzos, para probar y no pintar sólo tejas. Tengo nostalgia, es lo único que me pone algo triste, de mi Baricco, sigo esperando que venga, el que antes creía que era mi salvador, el que tanto me enseñó, ya está ofertando en su escuela de Turín el acceso al próximo curso, y no iré, duele.

No paro, no sé hacerlo, ni sé si quiero, es hora de que me secuestren, o haré como el exnovio de Falete, me autosecuestraré con un saco cutre y pediré un rescate, con el dinero que nunca llegará me iré a un lugar lejano, para sentir a los míos más cercanos, ciertos roces a veces escuecen, aunque no sean con mala intención. Como víctima de un secuestro estoy desaprovechaita perdía.

Escribir y no contar nada se está convirtiendo en parte de mi monotonía.



El dolor es un camino a la Resurrección.

Lucía Morales.




Mi CV está aquí. Dp 124

Estaba tomando cañas, dos puntos No recuerdo la última vez que escribí un Dp, seguramente hace demasiado, demasiado de todo, para ca...