jueves, 31 de diciembre de 2015

Happy miscelánea. DP 93.



Somos libros, somos cuentos, somos sagas, algunos epístolas.
Somos capítulos locos porque nos lean, incapaces a veces de generar misterio, otras, las brumas nos inundan y nos pierden, y se nos abren las entrañas, y las aguas.

Somos cruces del catolicismo, vampiros de una sangre derramada por alguien que está en el libro más antiguo, somos antiguo y nuevo testamento, en el fondo, sin todo eso que aprieta y ahoga, somos libres, carne y hueso de titanes.

Quisiéramos ser apocalipsis, versículos, luces errantes en este lugar lleno de caos. Seres divinos cargados de amor, y nos duele vernos
inmisecordes, blasfemos, repugnantes, malditos, finitos. Nuestro destino, cenizas, también nos acompaña lo oscuro y negro, el dolor.

Y pensantes, seres pensantes ocultándonos de las verdades más simples, bebemos de lo seguro ante lo incierto, giramos y latimos en un eterno baile de máscaras, bebiendo vino, somos sangre derramada.

Somos estructura narrativa que nada a la deriva en el mismísimo caos. Y pese a todo eso logramos encontrar caminos, conseguimos a veces lo que anhelamos, cargados de miseria, de gloria, débiles y fuertes, somos eso y más, llenos de frustración e incluso de alguna que otra oportunidad.

Somos principio y fin, como cada año del eterno calendario, en el fondo albedrío. Para muestra yo, quería escribir algo dedicado a Salinger, y me perdí, como siempre, como cuando lo leo desorientada y voy y me encuentro, entre comas y comos.
Somos páginas que pasan porque tienen que pasar.

No tengo nada coherente que decir para cerrar el año, sólo, de solamente, contar que ya no me da miedo ni pereza ordenar algunos cajones, perdí el miedo a tirar lo viejo en espera de algo nuevo y quizá mejor, mientras bebo cerveza.

Señores y señoras, Feliz Año Nuevo y Happy vida miscelánea.



Lucía Morales.

viernes, 4 de diciembre de 2015

DP 92. Más que mil palabras




Hace años vi la imagen más bella, no la olvido, nunca lo haré, es uno de los tesoros que guarda mi memoria, es uno de mis refugios.

Agosto, feria de Málaga, paseando a mi niña. Entre la muchedumbre, las luces, el ruido insoportable, allí, entre todos los nadie estaban ellos, una familia, la familia. Cuatro personas invisibles para los demás, simbólicos y grandes para mi. El padre, la madre, el hijo, la hija. Eran feos, incluso gordos, eran pobres, terriblemente pobres y humildes, eso se ve, eso se sabe, yo estaba allí.

Y entre el todo, ellos eran un todo, sus sonrisas, verdaderas ellas, su forma de agarrarse, su humildad, más grande que cualquier otra que pueda llegar a toparme, felices, si, ellos eran felices. Seguro iban con su dinero contado para disfrutar de esa noche, seguro que dejaron los problemas cotidianos en el cajón de la cómoda, sé que no necesitaban más, que eran personas que no van al Ikea, ni sacian sus vacíos en un centro comercial un domingo, ellos no. Ellos se querían, se sentían a gusto siendo ellos, se cuidaban, y se cuidan, el tiempo no marchita lo más bello. Sé que se cuidan.

Sigo buscando ese refugio, sigo buscándolos cuando vuelvo a la feria, mientras tropiezo los busco, en este absurdo mundo colmado de avaricia y consumismo, de imagen, online, en este lugar lleno de ruegos y preguntas, este lugar inhóspito todavía tiene rincones donde sentirnos a salvo.




Lucía Morales.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Cuando Adele dijo Hello. Dp 91.





El camino de las expectativas está lleno de frustración y el del autoconocimiento está hasta arriba de mentiras que a nadie salvan, el trasiego de los días definen lo único real, lo que soy.

Tras quitarle el sirope y la nata a los postres, los postres mismos, sus edulcorantes, arrancando adornos y gafas de sol, sin maquillaje, desnuda, con cierta oscuridad que agradezco y empieza a enamorarme, a gusto de un valiente consumidor, termino otro libro de Salinger, mi nuevo Dios, y vuelvo a la orfandad cotidiana, al desapego con todos, miro de frente y no hay nadie, cargada de monotonía me atrevo de lejos con algún espejo, al final me encuentro con que soy y tengo ese reflejo que frunce el entrecejo, serio, cuarentón. 

Y es que decidí hace tiempo quedarme con la verdad sin artificios, la belleza casta, cargada a veces de decepción, sé que viene con dosis enormes de soledad, no quiero adulación, ni estar por estar, decir por decir, hablar por hablar, me molesta y hasta enfada cada hombre que me saluda con un, hola guapa, no le diré adiós. Escapo de la foto estudiada, como Adele cuando nos dice Hello, no entiendo Instagram, ni los amigos a medias, ni los amores sin amor.

Tanto esperar por esperar, regalando tiempo a quien no lo merece, mendigando y siendo migaja, aquello que sobra, con un conformismo apabullante o con un patetismo que intenta ocultar dolor y rencor. 

Pierdo la fe esa que cuentan, odio tener que aprender de lo malo, engañarme hasta con eso; un error es un error. Guarda tus excusas para quien las trague. Quiero gustar sin provocarte, que me quieras siendo yo.


Deja de buscarte en los otros, de imitarlos, no le busques tres pies al gato, salta o te alejas, y no me des sermones ni pretendas hacer que escuchas, que te importo, que me entiendes, yo admito que no te entiendo ni lo pretendo, y te advierto de algo, mis zapatos sólo me los pongo yo.

Al final somos lo que repetimos mil veces.


Lucía Morales

sábado, 17 de octubre de 2015

Prisioneras y fugitivas o superheroínas. DP 90



Pseudofilosofear en privado no está valorado en este mundo que agarra con una mano la virtualidad y con la otra suelta niños en los mares, es una realidad, dos puntos

Visto lo visto, y como no me desvisto, decidí hace tiempo tener una realidad paralela, hasta que Playboy me pague lo que merezco, me centro, perdón, total que decidí crear otro universo o como leches queráis llamarlo, sólo habita en él una rubia cultivada, es grande y tal, se llama Ana.

Antes de tender al verso, virgen santa estoy desbocada, tengo que confesar que en nuestra realidad paralela todo es justo y fantamaravilloso. Cuento y comento, allí estamos en la orden de Las murciélagas, nuestra insignia es una Batseñal y nuestro objetivo, es y será siempre, Dominar el mundo, entre paréntesis risa demoniaca. Tenemos diseñados geniales trajesfaja, con un escotazo, una capita, unas botas y mucha brillantina, fueraparte de que la rubia quiere una tiara de diamantes, a mi esas cosas me dejan loca, pero las respeto.

Creemos firmemente en nosotras mismas, yo menos, pero lo intento y ruego que se me valore el esfuerzo. Tenemos una nave transportadora, un Zepelín, no podía ser de otra manera, morirse de envidia. Zas! Podría dar más datos pero no debo, vaya que se escochine el asunto y vengan los villanos con sus minimoys a dar por culo, no puede ser, a estas edades y con este tipo de objetivos tan bestias ya tenemos claro que lo único que permitimos en el culo es una braga que no se ajuste a nuestra talla, no por grande, sino por errada.

Me motiva mucho el asunto de ponerme el trajefaja e ir pol mundo haciendo el bien, con una canción chachi de banda sonora, no me digáis que no sería fascinante, pero ahora mismo me viene regular, tengo que hacer las camas, poner lavadoras, preparar almuerzo y madrear sin parar, tristepena, os hago falta humanos míos, como superheroína reconozco y sé que estoy, estamos, Desaprovechaítas Perdías, semos y estamos todo la real life prisioneras de la rutina y fugitivas de nosotras mismas, si la Virginia Woolf levantara la cabeza escribiría nuestras biografías y Proust no se soltaría nunca jamás de los brazos de su madre.

Os dejo con un temazo y punto en boca, que me se acumula el marujerío.




Lucía Morales.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Inotorgable. DP 89




Me desenamoré de ti cuando dejé de admirarte, fue gradual, pero un día me lapidó como una gran conciencia universal. Es extraño como quise taparlo, como me llevé pedradas gratuitas y avisadas, las ignoraba, no sé, creo que necesitaba idealizarte para ser feliz, intentando que me salvaras, otorgando lo inotorgable como única salida posible; entiendo que me excedí, que me convertí en demasiado, y sigo siendo demasiado, pero llevando mis bolsas cargadas de ideales a otra parte, ideales que no pretendo adjudicar ya a nadie, que me encantaría vestir, no sé, quisiera que en estos temas pudiéramos hacer más justicia, pero es difícil, cada persona vive su momento, y en cada momento ese ideal es sólo suyo, no puedes traspasarlo como quien cambia un calcetín, no, es distinto.

Y ahora que lo sabemos, ya convertidos en esqueleto, puede que sintamos miedo, sería bonito, vernos desnudos, como antes, sin prejuicios, creyendo que es imposible que nos sorprendan, y llegas otra vez, y me desmontas el piso.

Los principios, en pocas ocasiones con personas se repiten los principios, los buenos, al final es eso, esa emoción que te arrastra a una subida o incluso, otras, terriblemente dañinas, a los infiernos.



Lucía Morales.



viernes, 25 de septiembre de 2015

Kamikazes perdíos. DP 88



Debería cambiar el nombre de este blog, que desaprovechar ya no desaprovecho absolutamente nada, seré Arrambli, de arramblar con todo lo que puedo, soy excesiva contenida multiplicada por mil y a la enésima potencia, puedo? si, tú también? claro, el entorno también nos puede y sucumbimos? por supuesto, hay un tiempo para todo.

Señoras y señores bienvenidos al circo de la vida, donde hay posibilidades para todo, poco lugar para el ensayo, y mucho para el error, vivimos Kamikazes perdíos.

Sabed ingenuos míos que el absolutismo en la escritura está mu malamente visto, una tiene que seguir conteniendo sus sentencias, que da igual, los demás si pueden y tú te metes tus dichos por el ojete, vaya que molestes susceptibilidades ajenas, ains que poquito me importan dichas emociones, yo sigo juzgada a cada instante, sobre todo por mi conciencia, el peor juez.

Estoy algo cansada de contar lo de Liman, es que no se puede explicar ni resumir lo complicado que fue, aunque si posible, a ver si así yo también me aclaro; resumiré de forma resumida, escueta y precisa los dos meses y dos días: quería ayudar a un niño que lo necesitara de verdad, hice lo posible, bueno y malo, que no soy Santa Teresa de Calcuta ni lo pretendo, quise dejar de quejarme por el mundo miserable y lleno de sincompasivos, actuar más y hablar menos, y lo hice, bajo muchos títulos, el que más me gustó fue, Hija no es que tengas el cielo ganado, es que tú irás a la derecha del padre, entended queridos que lo que me reía cuando oía esas cosas hacía que mereciera la pena. No quiero más halagos, ni opiniones, quien quiera saber qué pasa con un niño refugiado en casa que se lo traiga, y que viva su historia, en primera persona.

En otro orden de cosas estoy dándolo todo, absolutamente, como de costumbre, en la operación Vuelta al cole, y al Conservatorio, y el cansancio de ser una megamadre en potencia tiene su recompensa, adelgazo a pasos agigantados, ahorrándome el gimnasio y sin mucho tiempo para le runrún, maldito runrún que tiende al pozo de mi gozo en un pozo.

Mientras papeleo, tituleo, documenteo, convalideo, transporteo, limpioteo, cocineteo, leo y releo, leo y releo a los grandes, eteceteando me despido siendo consciente de la poca sustancia de estas letras y saludando a los Estados Juntitos, USA de mis amores, que me leen hasta la saciedad, toy segura que harán una serie con mis DP, se llevarán unos pocos de Emmys y yo ajena y kamikaze perdía.

Esto es un soliloquio.




Lucía Morales.


lunes, 3 de agosto de 2015

Time crisis. DP 87




Dice mi amiga Belén que lo que me pasa con Limán es que tengo una crisis existencial; no lo niego, pero creo que no es sólo eso, me parece que antes de nacer ya traía incorporada una severa crisis, explicoteo, dos puntos

Los otros días mi amiga Ana, entre amigas anda el juego, publicó en su blog Escrituralmente una entrada buenísima acerca de los celiacos y sus problemas sociales en las mesas y eventos comentiles, ha sido todo un fenómeno viral, así hemos de definirlo, más de mil visitas en un solo día, mis emociones fueron, por orden del sentir, varias; primero sorpresa, segundo alegría de que la rubia escriba, soy fan fan fan y no quiero que el mundo viva ajeno a ella; y tercero, no por ser lo último menos importante, envidia, si, mi amiga fiel la Nvidia, se lo comuniqué y todo eso, ella no me termina de entender, pero me sepultó.

Y para seguir la racha de hundimientos, que son rachas y punto en boca, aluego, mi hermana pequeña Glory, Elena para los amigos del Facebook, ganó un concurso de relatos, Si, ella que no escribe, y conste que la tía es buena en facetas comunicativas varias, pos eso, que ella ni escribe ni nada, básicamente se limita a leer libros comerciales de entretenimiento que me matan mil veces, o que si eso, y como culmen de su cultura, me lee a mi, y me critica, no falta un detalle en nuestra bipolar relación. Pos eso, ella ganó un premio, y me sorprendí y luego entré en espiral desbocada a mi crisis escritural correspondiente. Era inevitable, mis tropecientos DP no han causado sensación en ningún cazatalentos, y vale que no escribo para los demás, lodigoconlabocachica, pero leches, un mínimo de reconocimiento si que necesito, me hace falta, me alentaría, lo agradecería, sería un empujoncito, etecé, etecé, un poquito de porfavor.

Y en esas estoy, tratando de lidiar este bochornoso e infernal verano con mi niño saharaui, a la par que oscilo entre escribir y no escribir, una reverenda crisis y tal. De mientras, si, demientras sigo leyendo y releyendo a mis amados, Salinger y hoy comienzo con Capote, ellos que si saben, y que todos sabemos que saben, historias plagadas de personajes singulares entramados con realidad a borbotones.

Para terminar os diré que la culpa de todo es básicamente de las expectativas, que ya lo dijo Séneca, tanto desear nos acabará matando. Así que cuelgo este DP sin esperanzas, escrito con el propósito humilde de ordenar mis pensamientos y con la firme convicción de dejar muchas cosas en el tintero, y ahí se quedarán porque ahora voy a menesteres varios, menos interesantes que el runrún de una mujer que se sabe y conoce como una gran desaprovechaita, y sin dejar de escuchar a mis Ciclonautas.

Ma, me, mi, mo, mu.




Lucía Morales.



viernes, 10 de julio de 2015

Y no me parte un rayo into the heaven. DP 86



No quieres lentejas? pos toma dos platos, dos puntos, es el resumen de mi verano, explicoteo

Hay que ver lo ajena que vivo al mundo, a las cosas, a las consecuencias y sobre todo a mi misma, maldita manía mía la de no  conocer mis puñeteros límites, eso de ir pol mundo creyéndome dios, y claro, al final, como no hay cielo que valga, pos todo me acaba reventando en la cara, y parece que voy a escarmentar, o ver la luz, o aprender la gran lección que me está dando la vida, pos mentira, sigo ahí, erre que erre, metiendo la pata, equivocándome constantemente, salpicando a todo Blas, como dice Bueso, que si es un dios aquí ancá la tierra.

Mi modo solidario está bajo mínimos, aún así agradecería que no se me juzgara más de lo que yo hago, que ya es un verdadero castigo, también agradecería que no me comentéis, no puedo soportar nada más, de ética y moral voy bien servidita, y es que pasa una cosa, Liman es tremendamente complicado, era de esperar, yo no lo esperé, creí sinceramente que esto sería un poco Disney, me como mojones a cada instante, y todos huelen. Liman tiene un 70 por ciento de pérdida de audición, y hace que socialibilizar sea muy difícil, entiendo que su vida es dura, que no me la puedo ni imaginar, entiendo que lleva casi 12 años de lucha constante por su supervivencia, que todo es distinto para él, pero compatibilizarlo conmigo y mis budaniños es una obra colosal para la que admito no estar preparada. Aquí la paciencia y el amor son fundamentales, junto con la disciplina y la tolerancia, pero los 40 grados de verano malagueño, y muchas más cosas que no contaré me están volviendo tarumba perdía.

Yo quería un niño saharaui, pos toma reina, para ti, que no te farte ni gloria, que te crees buena persona? anda chalá perdía y entérate que no hay disney aquí en el mundo real, ni por supuesto en el desierto, que te toca lidiar con un niño muy guapo que no te lo va a poner nada fácil, que cada vez que le des la mano te cogerá el brazo, que hará todo lo bueno y malo para llamar la atención, que se comerá a dios por los pies, juraíto, es una lima Liman, y además perderás tu vida social, familiar, y muchas cosas más por el camino, porque tus nervios no están ahora para aguantar nada más, y aún así, tonta de remate, volverás a equivocarte en cuanto puedas.

Es oficial, soy imbécil y además, no soy buena persona, repito, no soy buena persona, y pienso llevarlo con dignidad, a quien no le guste mi maldad, lo siento, ya he comprobado por activa y por pasiva que ir de buena no da puntos ni en la tierra ni en el cielo, que algún día me tendré que poner la camiseta de egoísta para no volver a quitármela, y que quizá, quizá, algún día encuentre un psicólogo que pueda tratarme, mientras, demientras, seguiré esperando que me parta un rayo, en la tierra como en el cielo. 

Os dejo con una coplilla de Bruno Mars que parece muy divertida y familiar para cantar todos juntos en el coche como las canciones de los payasos de la tele, pero que habla de sexo, y es que las apariencias engañan, aynsmadrededios.

Ma, me, mi, mo, mu.




Lucía Morales.

miércoles, 1 de julio de 2015

La humana sensación de venirse abajo. DP 85



Hoy he vuelto a jugar otra mano a mis cartas, creyendo que puedo controlar mi vida, porque la vida es juego, y los niños, niños son, dos puntos

No he podido estar en misa y repicando, llorando mucho he dejado el trabajo porque donde tengo que estar hoy, y todo este verano, es en mi casa, con mis niños, con mi Liman, tan complicado, tan inocente, vino para que le diera mi tiempo, se lo quité al comenzar a trabajar, después de chillar unos días y sufrir por no ser Dios, he decidido ser responsable con mi decisión, hacer feliz a unos niños, intentar ser feliz yo. Dejé en la oficina a unos compañeros estupendos, a un amigo nuevo, de oro.

La vida va demasiado rápida, no espera, mi saharaui estará sólo dos meses, y necesito aprender mucho de él, tanto aprendo que me rompe los esquemas.

Lo primero que vi fue que vivimos en un mundo equivocado, lleno de vacíos, lleno de personas mirando pantallas, mi nuevo hijo se sentaba en el salón y los demás, en vez de conocerlo, encendíamos nuestras conexiones a la nada, a internet, me partí en dos al ver lo que somos, allí en el desierto viven en la calle, de jugar entre personas, no hay anestesia, benditos ellos, bendito Liman que me hizo abrir los ojos, no quiero vivir en una red social, ni quiero que mis hijos aprenden eso de mi.

Mi pequeño saharaui nació con un sesenta por ciento de audición perdida, pero con dos ojos como dos cielos, para mirarme y llegarme directo al corazón, como he podido olvidar que las personas son lo más importante?

Llamando la atención constantemente, de todas las formas posibles,  días de locura, sólo quiere que lo quieran, esforzándose él por aprender español, niño del desierto que viene a este supuesto mundo desarrollado que perdió el norte, que tanto hipotecó. Me dicen todos, será toda una experiencia? No, no es la palabra, quizá estoy viviendo una resurrección, 

Mi película favorita es León el profesional, en ella un francotirador a sueldo conoce a una niña que ha perdido su familia, para él todo cambió, dejó el rifle para cuidar de la pequeña, dejó las balas por el amor. Yo cambio dinero y tiempo por esto también, no hay color. Que lo he tenido que aprender llorando, pues si, lo admito, que me duele todo lo que me está pasando, por supuesto, pero este llanto merece la pena, estos cambios son para mejor.




Lucía Morales.

sábado, 27 de junio de 2015

Liman son ganas. DP 84


Ya no soy DP, ya no estoy desaprovechaíta, sino todo lo contrario, explicoteo, dos puntos

Todos sabéis, o no, que mi niño de acogida saharaui, Liman, ha llegado a casa. No quiero ponerme sentimental, ni utópica, ni peliculera, quiero, sólo, de solamente, hacer un breve resumen para que no viváis ajenos.

Liman está lleno de energía, de alegría, de ilusión, de ganas de jugar, de nadar, de coger la bicicleta, de comer, de dormir, si, todo eso, él básicamente son ganas de todo, hay que estar aquí para comprobarlo. Esas ganas que él trae son las que yo estaba perdiendo, la monotonía de ser maruja sin más me estaba consumiendo, y todo ha cambiado esta semana, por dos motivos, mi Liman, que llegó el jueves noche y, mi trabajo, que llegó el martes por la tarde.

Ahora ya no paso horas quejándome de mis horas perdidas, todo lo contrario, ahora, que siempre es un ahora, me faltan minutos, como a la mayoría de las personas. Tengo que limpiar mi casita, lara, lara, larita, comprar comidita, hacer comiditas, cuidar de mis tres niños, cuidar y sacar a mi amado Obi, trabajar en turno de tarde, sacar ratos de ocio, etc, y todo lo demás. Y claro que cansa, tanto que hoy he dormido la siesta dos horazas, rrrreventá. Liman estaba de compras, es todo nervio, es todo amor, siempre que ve una flor, la coge y me la regala.

A ver, es cierto que esperaba que fuera más tranquilo, pero es que yo vivo engañada, mis niños son tremendamente buenos y zen, creo que pronto levitarán, y claro, Liman me ha dejado KO, pero no me pesa, no nos pesa. Desde el minuto cero es uno más, que no lo dude nadie, puedo contar mil cosas, pero lo haré poco a poco.

Vuelvo a agradecer el gran apoyo recibido por todos, las aportaciones económicas para el billete de avión, las muestras de cariño constantes, las frases alentadoras, todo, absolutamente todo es algo maravilloso, no sé si podré devolveros el favor, pero lo intentaré. 

Renovada de ganas me despido, y llena de ilusión, como Liman, mi niño de acogida que disfruta hasta bajando por las escaleras, no hay escalones en el desierto, no hay. Ponerse en el pellejo de Liman es imposible para nosotros, pero quererlo y cuidarlo es fácil, muy fácil.



Lucía Morales.


sábado, 20 de junio de 2015

Refugiantes. DP 83



Hoy es el día de los Refugiados, malditos días, ojalá no existirán, ojalá encontráramos todos nuestro sitio, me xplicoteo, dos puntos

Desde que nacemos estamos constantemente buscando un lugar donde estar agusto, siendo nosotros, sabiendo que el otro nos quiere y acepta en nuestra especial naturaleza, y un cierto miedo nos impide entregarnos, por eso puede que nos anestesiemos constantemente, de mil maneras, nos embriagamos, no queremos sentir el dolor de la soledad, del no sitio, del no lugar, y nos volvemos replicantes por ese inmenso vacío, donde estamos solitos y nadie nos canta canciones de cuna. Repetimos ropas, actos, vicios, gentes que no nos terminan de decir nada, compramos casas, hipotecamos nuestro futuro, que es sólo tiempo, lo único que tenemos, gratuitamente nos vendemos, regalamos y nos perdemos en el tiempo.

Por eso sólo amo de verdad a los niños, y por eso soy también una refugiada, busco mi sitio, pero no lo encuentro, no me encuentro. Falta menos de una semana para que llegue Limán, mi niño de acogida saharaui, él que vive en el desierto, que expulsaron de su tierra prestándole arena estéril, sin futuro cierto, sin árboles, sin ríos, sin voz, y no soy mejor persona que nadie, no me considero buena persona, en cambio, todos los que me habéis ayudado a pagar el billete y guardar dinero para ropa cuando llegue, si lo sois, o así os veo, no puedo dejar de estar sorprendida ante la respuesta de mis amigos, y sobre todo, ante todo, de mis no conocidos, sabéis algo de mi para darme vuestro dinero? No, y lo habéis hecho. 

Todavía no ha llegado Limán y ya le sueño, me quedé con él por un motivo, porque a él quería regalarle mi tiempo, ese que me quieren robar por dinero, y voy y me entrego.

A veces conseguimos encontrarnos, en una sonrisa, en un beso, en otros ojos, y por eso puede que algunos vivamos de recuerdos, y otras veces, demasiadas, de sueños.

Está el amor, con mayúsculas, Amor, todo lo demás es tiempo que pasa, porque somos refugiados, todos, refugiantes buscadores de momentos, todo depende del momento.




Lucía Morales.

jueves, 11 de junio de 2015

De Lucía para Andre. DP 82



¿Con qué derecho me tomaste como ejemplo? ¿Crees que este es tu réquiem?
Andre, yo no quise morir, fue un accidente, hubiese decidido conocerte, estar con todos, sobre todo con mamá, ella tampoco ha sabido seguir. Ninguno me habéis sabido llorar, no puedo descansar en paz. ¿Para qué sirve el ángel blanco de mi hermosa tumba?
Cada día de vuestras sucias vidas me volvéis a matar. Hermana loca, tienes todo y no quieres nada, mezcláis indistintamente el bien y el mal ¿Creéis que quemando la memoria llegareis a leer vuestro futuro en mis cenizas? NO.
En nosotros no existe la tristeza real, existe la tragedia de mi prematura muerte que no os hace ni solemnes ni impunes. Andre, el agua es nuestro vínculo, pero no puedo perdonarte por tirarte al río, no soy agua, me convertí en tu sombra, convertí tu voz en una voz antigua, sin matices, por eso quizá pareces una chica hechizada, con tu belleza diferente y tu forma de estar que es una consecuencia, la de que fui, y por eso cambió tu infancia, nadie te dio ni el cariño, ni los besos, ni los abrazos necesarios; me llevé los tuyos y los míos.
Por eso no eres de nadie y al mismo tiempo eres de todos. Escandalosa hermana, ahora vas con esos cuatro chicos, inocentes, cristianos, ajenos, que te miran desde la penumbra, viven rodeados de sus patéticas costumbres, con sus oscuridades escondidas, no como las tuyas, quieres hacer visibles sus sombras. Los atraes más allá de todo sentido común, eres todo lo contrario a ellos, serán tus mártires. Convertirás sus destinos mesurados en trágicos, no deberían cruzarse ciertos límites.
Abuela, déspota oficial, hizo trizas a nuestros padres, siempre. Ella, que esa tarde de abril se adormiló en una tumbona del jardín, yo sólo era para ella una gemela inútil de tres años, jugaba sola y caí en la fuente, respiré su agua oscura y al buscar el aire para respirar no lo encontré, y ahí naciste tú, conversión de la energía, mamá quedó herida para siempre, y papá con sus viajes, sus ausencias, que te hace daño al llamarte por mi nombre, Lucía. Lo siento, Andre.
Pero puede que en el fondo quieras salvarte, por eso el Santo, su voz y sus rasgos antiguos, fuerza dura y adulta cuando reza, y cuando te ama, como tu verdadero padre. Te acostaste con todos, pero tu redención fue solo para y por él, para el Santo. Un secreto más, la hija que esperas, que no conocerá a su padre como tú no conociste al tuyo. Solo te pido que no le pongas mi nombre,  que me olvides, que dejes de morir cada día. Estoy contigo y no me ves, como Jesús en Emaús.



Lucía Morales Ramírez, para Baricco.

martes, 9 de junio de 2015

Dispersia. DP 81




Que yo me entretenía en contarle a los modernos, dos puntos

Es oficial que mi tiempo lo desaprovecho a mansalva; sentencia.
Me pesaba tanto el reloj que lo guardé en un cajón, junto con mi conciencia, y mis aspiraciones literarias, mi longeva carrera artistal murió a ritmo de frustraciones y tango; déjame pasar las horas bailando a ritmo de nada con nadie.
Esta maldita manía que tengo que de ser yo a cada instante me acabará matando.

Trenzo mi cobardía con la desidia y una verdad obtusa, la de mi crisis perpetua, los cuarenta llegan y en el meridiano de mi existencia tengo pocos logros, mermas letras, menguas, sigo viendo pasar las horas, se derraman y funden con el sudor del eterno veroño malagueño.

El viernes pasado, mientras aspiraba quemar tiempo y mis dos kilos de más, tuve un momento milagro, me topé en el centro con un autor con mayúsculas, Ricardo Menéndez Salmón, dueño de libros con garra, y de un cerebro privilegiado, un erudito, pero también un ingenuo, me preguntó qué podía ver de Málaga, para aprovechar sus horas, me ofrecí a enseñarle la ciudad, le ofrecí mi mañana, la soledad hizo el resto.

La Sole que es tan traicionera se fue y vino la compañía de dos extraños, las preguntas y explicaciones que nadie pedía, que allí se quedarían, y yo me entretenía, bajo los rayos de Lorenzo, luego compartimos copas, seguí apurando el aire que me entraba, en forma de sacar partido a esa materia gris encontrada, no pude controlar la loca que llevo dentro, no supe guardar un minuto de silencio, no sé cuantas hadas murieron aquel día, pero murieron; no sé cuantos ángeles se quedaron esperando su turno, sólo, de solamente sé, que le puse la cabeza como un bombo, aquello fue un pin pan, pin pan, del cencerro al bombo y del bombo al cencerro.

Admito que la vergüenza tocaba mi puerta constantemente, pero no la dejé pasar, y ese hombre, tan cultivado y moderno, debió volver al hotel con ansia de soledad, qué tengo yo qué contar a su minutero? Nada.

Todo por culpita de la dispersión, instaurada hace tres años, vino para quedarse, sin permiso, y mi falta de voluntad hizo el resto, no hay víctima sin verdugo.

Algún día una fuerte pedrada me aturdirá y dejará sin habla, mientras, de mientras, seguiré ejerciendo mi maternidad, en esto soy una verdadera profesional y ruego paguita, los niños me han salido estupendos. Y cuando llegue la esperada pedrada espero que me deje sin habla, espero aprender a escuchar, a callar, a invertir mi tiempo, a labrarme un futuro, a encontrar un trabajo, y mientras, de mientras, espero, y el que espera, desespera.

Ma, me, mi, mo, mu.



Lucía Morales.



miércoles, 27 de mayo de 2015

Carta a mis enemigos. DP 80



Quisiera daros más motivos para odiarme, prefiero que vuestros sentimientos estén basados en cosas reales, no en conjeturas, así nos ahorramos conjuras de necios, sólo, de solamente, soy una maruja desaprovechaíta perdía, más perdía que otra cosa. Ahí voy, dos puntos

Admito parecer violenta con mi mirada, incluso seca y parca en palabras, admito no ser tremendamente idiota, ni soez, y además el universo decidió que pese a no deporterear, mi cuerpo y rostro me harían parecer una eterna adolescente, por no hablar de mi mente, tan extraña ella.

Así es normal que me odiéis, vosotros que os pasáis la vida a dieta, o en el gimnasio, contando calorías, sudando la gota gorda, yo sólo, de solamente, necesito sufrir un poco y mi cuerpo se encarga de estar divino, en supuesta forma, aunque sea un despropósito, es la realidad, entiendo que me odiéis, yo también lo haría, pero mi dolor es mío, no sabéis que es el secreto de mi línea, uno de tantos.

Que lea mucho tampoco ayuda a sociabilizar, los libros son mis mejores amigos y no los cambio, los grandes autores me seguirán contando cosas que vuestra mentes no entenderían, y que vuestras bocas nunca me dirían, puede que sea elitista, entiendo el coraje que da, es evidente, puede que la que sea estrecha de miras sea yo, es una opción.

Y ahora es cuando admito que me molesta y duele vuestro desprecio, aunque no lo parezca, aunque os diga lo contrario mi fruncido entrecejo, pero tranquilos, no soy tan buena, ni tan lista, ni de piedra, ni por supuesto, tan mala, no pretendo engañaros, voy desnuda, digo lo que pienso a cada instante, y luego me trago mis consecuencias, con grandes dosis de cerveza, bendita sea.

Todo esto me lleva al silencio, por respeto.

El cuento se vuelve a contar, y acaba donde empiezo yo.

ma, me, mi, mo, mu

- Mamá ven a recogerme ya, que no quiero seguir en este patio de recreo, hace mucho que no me divierto.



Lucía Morales

jueves, 30 de abril de 2015

Nunca jamás. DP 79



Querido Peter:

Cada noche me pongo alas de ángel para surcar cielos costeros, buscándote, se las pido a Annie. Dejo a los niños perdidos entre oficiales, marines, poetas y la pequeña Violeta, cubiertos de conchas, necesito encontrarte, hay cosas que se me quedaron dentro; tuve que morir y dejar Londres para aceptarte.

Y extrañarte se convirtió en el sinvivir de mi noche eterna, recuerdo cada minuto que eras la voz cantante de Nunca Jamás, la de un niño infinito, inocente, lleno de sueños. Aquí te lloro algunas noches a la luz de la luna, mientras me acaricio los labios que  fueron intoxicados por tus besos, me enseñaste a volar aún negándote mil veces, mimándome, decías que era tu niña, cuando sabíamos que no podía, que contigo era madre, y por madre, unas veces te malcriaba y otras te maldecía.

Rompiste las reglas de mi mundo en pedazos, conseguiste que olvidara la realidad que llevaba en mi mochila, que soñara, me hiciste especial, no a todas enseñabas a volar, me dejé llevar ¿Entiendes? Me dejé llevar.

Descubrí junto a ti viajes, destinos, cuentos y hadas que sólo pueden albergar dentro un sentimiento. Conocí los celos, ahí te empecé a perder, no entendías que siendo tu niña tuviera de las demás envidia, y es que ¿Cómo no tenerla? Vivías con hadas, volabas con Campanilla. Yo era mayor y protestona, por mucho que me esforzara, por mucho que te cuidara no era eso lo que de verdad querías.

No pude disfrutar ni entender tu libertad serena, y mira que al conocerme me lo decías y repetías, no quiero dejar de ser un niño, creí que madurarías y elegirías venir conmigo a vivir entre rutinas.

Peter, ¿dónde estás?,¿Cómo pudiste abandonarme? Duermo con las cenizas de nuestros niños perdidos, esperamos volver a sobrevolar cielos,  noches, barcos pirata, ahora soy también una perdida.


Fui real, fui parte de tu historia, te echo de menos, me siento sola Peter, muy sola, deja tu orgullo de niño egoísta de lado, déjame de nuevo acercarme, cuidar tu sombra, acurrucarnos juntos bajo un árbol olvidándonos de todo, de lo de siempre y de lo de ahora.



Lucía Morales


Mi CV está aquí. Dp 124

Estaba tomando cañas, dos puntos No recuerdo la última vez que escribí un Dp, seguramente hace demasiado, demasiado de todo, para ca...