sábado, 24 de marzo de 2018

Numeral, Numerol. Dp 123




La gente cree que un número es sólo un número, que es un ser sin vida, pero en ese planeta, llamado Numeral- Numerol, todos los números tienen una función.

El Cero era tímido, redondo y siempre se escondía de todos porque los demás números se reían de él. Un día vino el Ocho junto al Nueve, vieron al Cero y se rieron de él a carcajadas, diciendo secretos entre sí. 
El Uno era como el Cero, pero en vez de ser redondo era flaco e igualmente se reían de él.

Como ambos eran muy tímidos no se juntaban con nadie, pero por casualidad en día se chocaron y dijeron a la vez:
- Perdón.
Siguieron cada uno por su camino, pero en un momento se pararon y se miraron:
- ¿Co, co, cómo te llamas?- dijo el Cero.
- Me, me, me, me llamo Unai y trabajo como Uno- respondió el Uno -¿ Y tú?
- Yo, yo me, yo me llamo Cerolín y trabajo como Cero, como se puede ver.

A partir de ese día siempre estuvieron juntos y un día se fusionaron,  ¡ Salió un Diez!
Ya nadie se metería con ellos, porque los ceros a la derecha siempre cuentan.

Nacho Martín Morales.

Este cuento lo escribió mi Nacho para los deberes del colegio esta semana, está transcrito igual, sin correcciones, no sé si el niño es un genio, tipo Borges, o que cuando vio al poeta de Got Talent que se llevó el balón de oro el otro día se inspiró y llegó a alcanzar las estrellas con sus diez añitos. No sé, las dos opciones me valen. Sólo espero que leáis este cuento con la ternura que yo lo leo, y que lo disfrutéis. Mientras, de mientras, seguiré educando a mi prole en modo escritural, lectural y musical, o saldré volando con este maldito viendo del norte que azota Málaga.

Un saludo a todos.


domingo, 18 de marzo de 2018

Perdona pero yo he visto Drive. Dp 122




No sabemos si por las mechas que tengo rubias, o por tanta agua, o por que mi amigo Alberto está por decidir mi vida por mí, la cosa es que leo libros de hombres guarros y perdidos, Taxi, y, veo pelis de hombre guapos e igualmente perdidos, Drive.

Andaba yo con cierto cuajo por el mundo, sumida en otra crisis existencial del tamaño de una Supernova cuando quedé, antes de una gripe de mil demonios, con mi amigo Alberto el Decididor, me dio un libro, me lo leí y aluego nos peleamos un rato mientras cafeteábamos y, después, me recomendó por séptimogésima vez Drive, de mi Ryan Gosling de mi Corazón y de Todos los Santos, creo que le están preparando un trono para pasearlo esta Semana Santa.

Bueno, total, que esta tarde fría y lluviosa me la he visto y lo he flipado en colores y un poquito más, se ve que es una película de las buenas y no de las comerciales facilonas, se nota sobre todo en los silencios, benditos silencios, los protagonistas hablan menos que el hombre que vive en mi casa, que ya es decir. También se nota la calidad de la cinta por la banda sonora, es muy ochentera, y ya sabemos que los ochenta son el gran referente musical de los siglos XX y XXI, y si no lo sabíais pos ya os estáis susenterando.

Y ya, fuera coñas, a mí, de verdad que me ha flipado la peli, la estética oscura, real y los personajes neo, que es como moderno pero más cool. Una hora y treintaiseis minutos de un cine que merece la pena, sin chica besa chico, chica enseña tetas. Aquí la chica se encoña como una colegiada inocente por mi Ryan pero tiene un marido expreso que complica la historia cosa mala, la muchacha pone cara de cordero degollado cada dos por tres, tanta pone que llega a superar a mi Ryan, que aquí muestra pocos sentimientos, por no decir ninguno, pero si muestra una gran habilidad al volante y para matar mafiosos salpicando mucha sangre.

No sé qué me pasa con las coñas, me ha gustado la película, pero entiendo que puede ser muy criticable y nada entendible por muchos, es una pena. Me cansa el cine supuestamente ingenioso, me cansa cada vez más esta búsqueda constante de la espectacularidad, y sobre todo, me cansa que nadie apueste ni arriesgue, que nos conformemos tan fácilmente con la típica fórmula del éxito seguro.

Me gustan los Real Hero, me gustan los Real Man.

Esta noche soñaré con mi Ryan lleno de grasa arreglando el motor de un coche con su ceñidita camiseta blanca, soñaré con su boquita de piñón y con la chaqueta dorada de la película y su escorpión.



Lucía Morales.

miércoles, 24 de enero de 2018

Can you repeat, please? Dp 121





Todo pasa y nada queda, salvo lo que guarda nuestra memoria. Hace meses que no escribo, hace meses que no leo. Estoy en modo simplón y la concentración no es mi fuerte, no soy capaz de escribir al mismo ritmo que pienso; me volví pausada, o lenta; me estoy haciendo mayor.

Han pasado demasiadas cosas para resumirlas aquí. Han repuesto OT con jóvenes promesas que olvidaremos en un tris. Han estrenado la nueva de La Guerra de las Galaxias, todavía no la he visto. Los catalanes siguen con eso de la independencia y las banderas. Estrenamos nuevo año y esperamos que prometa buenas nuevas, pero en definitiva todo sigue igual. La Tierra gira cual peonza y yo sigo en modo La la land; la canto, la veo y la lloro cuando puedo, quién me diría en mis tiempos mozos y heavies que acabaría prendada de un musical? 

Su banda sonora me traspasa como la mirada de niño bueno de mi Ryan Gosling, vivo en un constante City of Stars, cantándole al amor, madremíaquienmehavistoyquienmeve. Los otros días se la puse al hombre que habita en mi humilde morada, si, y ojo, le gustó, casi llora, me avisó cuando las lágrimas se asomaban pero no llegaron a salir, se enfadó con la peli porque dice que no gana el amor, que si se puede conseguir tener éxito, conseguir tu sueño y todo esa historia que nos venden de los caminos y los trenes y además conseguir el amor, yo me reí, a la par que me quedaba pasmada, no sabía que el hombre que vive aquí tuviera sentimientos, siempre lo consideré una roca, y le traté de explicar que la película tiene que terminar así, que ellos deben separarse para conseguir sus sueños, que alguno debía sacrificarse por el futuro del otro, entiendo que mi modo holliwodiende clama al cielo, pero es que empatizo tela con el rollo amor y sufrir, por mi modo dramático tan grande. El hombre que vive en mi casa siguió enfadado pero lo puso un ocho a la película, sigo cuajada, semos colegas de films.

Mientras, de mientras, los niños de OT la cantan en pareja con mucha ternura y amor, soy de Amaia, sólo espero que no vaya a Eurovisión y haga el ridículo, como nos pasa tanto por allí. 

Otra cosa que pasó en estos meses es que me puse mechas rubias, con un corte a lo Tina Turner -mis ganas- no estoy a la altura, realmente me siento como Daryl Hannah en Blade Runner, siento que llevo un pelucón y los fines de semana cuando me pinto, juro que soy igual. Llamadme Pris o Replicante, pero llamadme, yo siempre estaré por aquí.

En la nueva de Blade Runner sale mi Ryan, mi Ryan, mi amor. Estoy pesada y jartible con el tema, pero como no leo ni escribo, dedico más tiempo al ratatá of my heart.

Aprovecho para saludaros y poner otra vez mi temazo:




Lucía Morales.

Mi CV está aquí. Dp 124

Estaba tomando cañas, dos puntos No recuerdo la última vez que escribí un Dp, seguramente hace demasiado, demasiado de todo, para ca...