domingo, 25 de mayo de 2014

Gallifantes, anfitrionas, cumpleaños y todo lo demás. DP 25



Domingo, temprano, el sol te quema los ojos que, todavía no están inundados de la vida del café. Quedada cumpleañera y te dice la protagonista, Soy asquerosamente la anfitriona perfecta. Ea, era verdad.

Nos llevó a la fonda la Pepa a almorzar, antes de comer tuvimos un momento espiritual grandísimo, recordemos mi misticismo y recordad el vuestro, es bonito recrearse en la fe, dicen que da paz, no sé.

Dice mi Ata, Estoy desaprovechaita perdía, porque no he hecho un churreteo religioso, si, y por eso me quiero confesar. Eso de confesar como va?

Jajajajajajajajajajajajajaja, lo más grande, confesarse? si, en el siglo XXI, ella que todo lo lleva pa´lante, nos pregunta, pero no recuerda que aunque soy mística lo alterno con la blasfemia, y aún así le doy indicaciones precisas de iglesias y horarios, y es más, la animo a que se confiese, es más mejor que hacerlo con una amiga o amigo, ese cura lo flipa y te perdona por rezar algunas oraciones, de ahí directa al cielo, o al subcielo, yo lo prefiero.

Se ve que donde fuimos a comer se enteraron y nos pusieron cordero con patatas, no nos quedó más remedio que cantar el salmo Cordero de Dios, tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosoooooootros. Lo recuerdo, mi madre nos llevaba a las tres hermanas a misa los domingos, la iglesia estaba en el sótano de mi antiguo bloque, era fea y simple, se inundaba mucho y hacía frío, pero me convirtió en una persona creyente diferente, nunca miré a los Cristos, ahí empezó mi devoción por las vírgenes, es que me gusta la ropa que llevan, son mu hipies.

El almuerzo cumpleañero fue por todo lo grande, tanto, tanto, que decidimos que aquello era como si fuera la tercera boda de Ata, es que ella es mu de eso, casarse y divorciarse, me da envidia, eso es muy moderno, además con el mismo hombre, jajajajaja, me río y punto.

Con el vino se nos infundieron muchas cosas, y de los mismos infundimientos empezamos a cambiarnos los nombres, la mitad de los comensales no nos conocíamos entre nosotros, lo apunté en un papel, pero claro, ahora no entiendo mi letra, vaya desaprovechamiento, era todo muy mitológico.

La mitología nos llevó a hablar de Naranjito y de los Gallifantes, es que hay personajes que marcan nuestra vida, dos amigos de Ata son colegas de Angel Garó, Viva Angel Garó! Viva! y éste les enseñó el premio del concurso infantil que ganó hace años, no puedo con la envidia, quiero un Gallifante, aynssssss señor, qué dolor, también quiere ser colega de Angel Garó, aynsss que envidia más grandísima! 

Luego fuimos a merendar a un patio genial, genial, algunos platicaban y otros dormíamos mentalmente, yo por autocastigo, tengo la lengua mu larga, casi tanto como las piernas de Ata y mía juntas. 

Estábamos en Carratraca, bello pueblo malagueño, bello y sulfatado, pasaron muchas cosas, reímos mucho, hablamos de todo lo hablable, se crearon algunos vínculos nuevos, y los antiguos se fortalecieron. Allí había 4 mujeres unidas por dos colores, el rosa y el amarillo, y ahora que lo pienso, y el rojo, algunas llevamos puestas nuestras zapatillas rojas y no nos las pensamos quitar, no.

Tarta, dulces, té, café, no faltó ni gloria, y regalos para la gran Ata, es que la quiero mucho, y este DP va dedicado a ella, que lo mismo nos reímos que lloramos, somos mu humanas, a la par que divinas.

Pondré parte de las lista de invitados al evento tan bien organizado por mi amiga:
una loba, una tigresa, una tortuga, un toro, un búho, un delfín, una perra, una ballena y una yama.
Toda esta fauna compartío y compartío, y hemos decidido que no hay eventos mejor organizados que los de Ata, que iremos a todos lo que haga y que nosotros ya no tenemos cojones de hacer nada, no estaría a la altura, si hasta nos repartió regalos de recuerdos, preciosos, de verdad, la tía siempre te regala algo por ir con ella, que me gusta ser su amiga. Vivan las rubias Grandes. Si pudiera me comería a Ata, pero no puedo, y me conformé con dos platos de tarta para rematar el día, juraría que he engordado más de un kilo, pero no juraré en vano, prefiero hacerlo por Baco, el dios del vino.

Sigo marujeando, escribiendo, leyendo, participantes en actos culturales de todas las formas y colores, musicales si, claro, soy un referente en mi ciudad, lo juro por Baco.

Me despido hasta la próxima, con una canción que le mandé a mi amiga por su cumple, el tema es antiguo y calorro perdío, pero sólo de solamente, si no se le presta atención a la enjundia de la letra.


Lucia Morales.





jueves, 15 de mayo de 2014

Cenicienta atemporal. DP 24


Amores de mis entretelas:

Veo que necesitáis mi lado marujil para volver al redil, pero amores, me gusta salirme del rebaño, lo he dicho ya varias veces, no nací para madre puchero.

Soy cenicienta por obligación, no me gusta limpiar, ni lavadorear, no necesito atiborrar a mis niños de comida para sentirme más madre, no se me cae la boca hablando de mi marido. Mi rollo es otro, pero con las mismas rutinas instauradas, las que me salto cuando puedo, ahora por fín tengo taller de escritura, ya llevo tres. Tuve mi momento gimnasio, mi momento yoga, mi momento biberones y pañales, ahora es el momento de disfrutar de mi cachorro Obi Wan, perro de agua, perro para perrosfluata, soy bastante lolailohipilona, es raro, pero con la foto de la flor es más fácil de entender.

Leo a los grandes, a los clásicos, soy algo erudita, no escribo mal, voy a chochos culturales, a la radio o donde me llamen, antes de preguntar si quiero ya he respondido SI, los NO los guardo para muchas noches, pero sigo siendo cenicienta, ahora con mi amado Obi la casa está más sucia, friego la terraza de 4 o 5 veces al día con lejía, quito mierdas y meados, saco a mi chico a la calle a acostumbrarlo al mundo mundial, limpio mis baños y mis suelos, hago mis camas, plancho y tal, y nada de esto me llena, lo único que lleno es el lavavajillas y la lavadora, prefiero tumbarme con mis niños, incluido Obi Wan en el sofá místico de la terraza y querernos.

Sigo intercalando mi culturalidad con el modo maruja, y sigo siendo el Fary musical, mis niños aprenden en el conservatorio y además tenemos chorrocientos mil conciertos, soy la madre de la Pantoja, es oficial, y además soy un poco flamenca, puedo poner en San YouTube a Ludovico Einaudi, me encanta y tranquiliza, o escuchar a nuestras raíces choniss, antes era la cultura de barrio, ahora son como Andy y Lucas.

No sé bien lo que escribo, estoy ayudando a hacer los deberes a mi chico, la primera vez que me pide ayuda, y tengo de fondo al Junco, grande el Junco.

Ah! No he contado algo, no me gusta el fútbol pero soy del Rayo Vallecano, y quiero una camiseta, también quiero una camiseta de la editorial Valdemar, pero eso es otra historia, con cabra incluida.  Cuando soy mala me parten rayos y caen castigos divinos, por eso me hago del Vallecano y esto es ya oficial, también sigo intentando que me den una paguita por tontalahaba, pero el Rajoy no está por la labor.

Tengo alguna novedad más? Si, mis cajeras del Covirán ya son amigas del Facebook y leen este blog, les gusta, menos mal Señor! las llego a criticar y tengo que cambiar de supermercado y no quiero, estoy allí muy agusto con mis bailes y mis cantes, si estoy falta de calor humano allí me ronroneo, y me ronroneo.

La semana que viene me toca leer en la radio, me subiré a la parra del creerme alguien y en 1 hora volveré a mi ser, limpiar cual cenicienta del siglo XXI. Amados seres, hay que declarar días oficiales de recreo, de esparcimiento, que conozcamos a un príncipe azul, llamado Don Limpio que nos quite tantas obligaciones y nos de más alegrías y ratos de juerga, nos paguen las copas y nos soltemos los moños.

Después de no decir nada importante, y de enfadarme un poco con todos vosotros y vosotras por no apreciar el último DP dedicado a Márquez, que me parece amímisma de mímisma una genialidad, me despido sólo, de solamente, con una canción atemporal, como ser ama de casa, atemporal, JUNCO.



Lucía Morales.



domingo, 11 de mayo de 2014

Sonríe porque pasó. DP 23







No llores porque ya se terminó, sonríe porque pasó.

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar, se levantó a las 5.30 de la mañana y lo primero que hizo fue rasgar toda su carne, cual hojarasca y pensar en su tío el coronel, por no tener quien le escriba, y rememorar a su otro tío el general del laberinto, y recordó, cuando era feliz e indocumentado, cómo se cuenta un cuento, y vistió su piel y alma de José de la Concordia. Por su bendita manía de contar, escogió una vida para contarla.

Entró en la cocina y miró a Mercedes, que le dio todo su amor en los tiempos del cólera, Mercedes que tuvo que oír antes de casarse a su hombre lleno de amor sentado y confesándole, en forma de monólogo en un solo acto, todas las memorias de sus putas tristes

Después, en pleno otoño de patriarcas, se fueron de viaje de novios y vieron llover en Macondo, y vieron los ojos de un perro azul, conocieron las historias de la señora Forbes en un feliz verano, mientras se manchaba la nieve por el rastro de sangre de todos los niños que no tuvieron un país que les alcanzase para vivir más de dos años.

A los pocos meses, después del funeral de Mamá Grande, muy amiga de la Tigra, y por no poder alquilarse para soñar, ya que eso sólo le traería un secuestro, se hizo militante del periodismo, crónicas, reportajes y notas de prensa, mientras viajaba, viviéndose naufrago, por países socialistas, sintió que eso de la obra periodística era peor que Vivir cien años de soledad.

Entonces conoció la cándida Eréndira y a su abuela desalmada, que le contaron su increíble y triste historia,  y también la de un negro que hizo esperar a los ángeles y doce cuentos peregrinos, y cuando le hablaron del amor y sus demonios, José de la Concordia decidió volver a casa con Mercedes, a saborear el dulce sabor de una mujer exquisita.
Tuvieron dos hijos, Rodrigo y Gonzalo, que nacieron con el cordón umbilical lleno de realismo mágico y de historia, unos hijos que al igual que su padre, y que William Faullkner, se niegan a admitir el fin del hombre.

Pasó el tiempo, ya estaba todo escrito, y en la mala hora, llegó el cáncer para Gabo, José de la Concordia o Santiago Nasar, como tercera resignación. Y decidió la vida, de este colombiano errante y nostálgico, tras estar con poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrinos, que este inventor de fábulas que todo lo cree, tenía que descansar, las linfas eran la crónica de su muerte anunciada.


Después entró en su casa por la puerta trasera, que estaba abierta desde las seis y se derrumbó de bruces en la cocina.


Lucía Morales

Mi CV está aquí. Dp 124

Estaba tomando cañas, dos puntos No recuerdo la última vez que escribí un Dp, seguramente hace demasiado, demasiado de todo, para ca...