miércoles, 1 de noviembre de 2017

Cualquier verano pasado fue mejor. DP 120




Cualquier tiempo pasado fue mejor, vive el presente, el futuro es incierto, tralaralarita, coñazo de fracesitas. Soy de vivir en el pasado, está mal? claro. Me estoy reliando y pierdo el hilo, voy al grano:

Cuatrocientas páginas de dicha y gozo me ha dado mi reina de los mares, Elvira Lindo, en adelante Lindi. Cientos de risas y de ratitos  de no pensar, de no odiar, de no sentir esta continua sensación de estar perdiendo el tiempo, leer a mi Lindi es la receta contra mi oscuridad, hace décadas lo consiguió con Manolito y ahora lo ha ha vuelto a conseguir con la última versión de Tinto de Verano; bendito libro.

Qué porras voy a hacer ahora que no me cuenta lo mal que pasa los veranos en el pueblo, rodeada de animales que hacen ruido por la noche, con esa piscina que no quiere usar, con ese teléfono fijo que suena poco, con esos tropecientos hijos que sólo hacen dormir, ver la tele y comer como cosacos, qué leches voy a hacer ahora sin el Santo y su mochila fumigadora, sin esos gloriosos momentos de agandrar su obra, sin las historias para sacarse el carné. Elvira entiende mis chorradas, es otra inestable como yo y compatibiliza la telebasura con la relectura de los clásicos, por no hablar de los momentos pareo, o por esa afición suya tan bonita al consumismo y  su poquito de alcohol.

Vosotros, queridos nadie, ya que nadie me lee ya, no me entendéis, parece una majadería infantil, vosotros, queridos nadie, estáis obnubilaos con Catalonia, ya, ya, vosotros que no estáis obsesionados con Lindi así os ahorráis echarla de menos y sufrir.

Iré cual alma en pena por este mundo ajeno de la mano de Dios, surcaré las calles cabizbaja, los llevaré yo sola, solita, en mi cabecita y en mi corazón, me reiré solita al recordarlos y pensaré que es cierto, que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Lo bueno es que tengo el libro para mi para siempre, era de la rubia y se lo he cambiado por el de Carlos Sisi, señores nadie, a mí los zombies me sudan de toda la vida de Dios, he ganado otro libro importante, tan tan importante que lo he puesto en mi estantería de los mejores, justo al lado de las obras completas de Proust, punto en boca, lo escribo como lo siento.

Lo segundo bueno de mi Lindimundo es que he conseguido que mi pequeño infante olímpico se haga adicto a este mundo lectural, sin tener que insistir ni nada, mi amado hijo lleva en un mes y medio casi cuatro libros leídos de mi Manolito Gafotas, es tal su emperramiento que a veces le tengo que regañar para que suelte el libro. Estos son momentos de gozo y absoluta felicidad, esto es lo que llevo esperando tantos años, tener algún gran lector en casa y poder compartir mis millones de libros.

Mientras, de mientras, que vosotros hacéis no sé qué leches hoy, yo oigo cual niñata el Ave María de Bisbal, que por qué?, pues porque era el tono del móvil de Evelio, el de la zanja del chalé de mis nuevos personajes literarios favoritos del mundo mundial.



Posdata: menos mal que conocí hace meses a Elvira Lindo y me firmó un par de ejemplares de Manolito Gafotas, menos mal, menos mal, menos mal. 


Lucía Morales.


martes, 10 de octubre de 2017

Dramaturgia eres tú, Dp 119.




Recordatorio: matar a la rubia.

Recordáis que yo tenía una amiga rubia, alta y culta? Espero que si, que mira que soy pesadilla en la cocina. Bueno, pues la puñetera está por enterrarme viva, es mala a rabiar y yo que tengo los nervios destrozados desde que empezó el curso he decidido que ella encabece mi lista negra.

Está por ser cultural aunque nos cuesta la amistad, los otros días le dije de ir a conocer a Carlos Sisi a que se muriera de envidia porque me había tocado su último libro gratis y va la maldita norteña y me dice que no, que tiene que ir a la presentación de una revista para conocer a un director de teatro y tal, si, y tal, ese y tal significa que ella ahora es DRAMATURGA, con dos cojones, yo me como un mojón un día si y otro también en mi absurda y estressante vida y ella, que vive entre naranjos y mondarinos es ahora una Dramaturga en ciernes. A mí este asunto me tiene más negra que la tinta de un calamar, creo que lo hace sólo para matarme de envidia, si ella iba para el Nobel a qué viene este cambio de dirección? lo que yo diga, para acabar conmigo

Esta historia tiene cola, ella es cultural y yo ya no, tiene un grupo de amigos y colegas de ejercicios literarios con los que queda los miércoles noche, yo le digo que los miércoles se va con su grupo de amigos traidores, pero los traidores no son ellos, es ella que desde que se puso el canal ese de películas subtituladas se siente superior. Abrase visto cosa más grande! A mí, me ignora a mí, que hasta hace poco me comía los mocos con ella! Desde luego que esto es un ultraje y alta traición y no lo de los independentistas catalinos.

Así que estos días ando airada por la vida, que yo valgo mucho para sentirme tan mermada sin motivo ninguno, y la rubia traicionera ha intentado quedar conmigo para hacer las paces y me he negado. No soy segundo plato ni postre, me considero un primer plato con suficiente sustancia como para que te quedes lleno y sólo quieras pedirte el cigarrito de después. 

Y hoy no os pongo coplilla ni nada que esta dignidad que recién estreno no me deja ser musical. Vuelvo a mi sillón a seguir con Tinto de Verano de la Lindo o puede que me acueste un rato hasta que me toque recoger a la niña musical. Y vosotros? vosotros a vuestro trajinar.

P.D: le pido la independencia amiguil a la rubia, (un minuto después) suspendo mi declaración de independencia amiguil y estoy abierta al diálogo.

Buenas tardes a todos, todos.


Lucía Morales Ramírez.

viernes, 29 de septiembre de 2017

El martirio de la memoria. Dp 118




Siempre fui mala, siempre tuve una lengua afilada a reventar, pero ese siempre parece que se esfuma, ahora callo más, ahora el afilador empezó su cuenta atrás.

Cuando comencé el libro de El Martirio del obeso no me hizo gracia, y lo continué por corto, y por ser reketecotilla. Intentaré explicarlo sin ofender a nadie.

Tengo poca empatía por los obesos, evidente, siento incluso cierta envidia por suponerlos bonachones y tranquilos, y ahora, hoy, me siento estúpida. Al leer este libro, escrito en primera persona por uno de ellos, me he dado cuenta de lo inhumana que puedo llegar a ser, lo que sufren las personas diferentes; a veces es tremendo, y en este caso, en el del protagonista, es mayor el dolor, se enamora absolutamente, si, absolutamente, el amor tiene que ir siempre en términos absolutos, de una mujer preciosa y delgada, de un imposible, el señor obeso está más de ciento treinta páginas haciéndonos partícipes del dolor de pesar más de cien kilos, del dolor de ser continuamente juzgado, del dolor de no poder cambiar algo que odias de ti, del tremendo dolor que causa que eso que te identifica sea lo que te separa del ser que amas. Señores y señores! Un golpe en la mesa! Es muy duro, hay que leer más de aquello que desconocemos, para qué? para entender y para ser más compasivos, eso que precisamente estamos perdiendo porque lo cambiamos hace muchos megas por tanto ego.

Y hablando de compasión, qué dura es la vida de la memoria, esa que te hace ser consciente, también, de que hay gente que durante un tiempo estuvo cerca y que en el ahora es sólo tiempo que pasa, personas que compartieron nuestra intimidad, nuestros anhelos y secretos y que ahora son extraños, extranjeros, hojas caducas. Es tiempo de otoño.

Duele cuando ves a alguien que antaño fue mucho y ahora no es nada. Incomoda volver a hablar, incomoda intentar retomar, no sirvo para eso, la verdad, prefiero tratar de olvidar; siempre tuve un problema con los recuerdos, creo que los manipulo a mi antojo y que aquello que rememoro  nunca fue verdad, pero ese es mi problema, algo así le ocurría a Steve Jobs, se ve que somos almas gemelas y yo vivía ajena.

Luego están los problemas de la memoria para superar traumas, para salvar escollos, los problemas del rencor, ese veneno que nos muerde a veces y saca lo peor de nosotros mismos, es algo que no me gusta en los otros, es algo que admito que tengo a raudales, es algo que me convierte en otro Yo. Maldito rencor. 

La vida sigue siendo un libro que escribimos cada día, un libro con las páginas contadas, inexactas, a veces caducas, otras perennes, otras cercanas y otras lejanas. La vida puede que pase, pero los recuerdos no.

Termino con algo que roza el cielo, un adagio de Barber que me tiene hipnotizada. Besos mil.


P.d: los viernes por la mañana tampoco son días para publicar.




Lucía Morales.

martes, 19 de septiembre de 2017

Nunca seré the beautiful people. Dp117




Amado y odiado mundo, sé que los martes in the morning no se publica, sé que os perdí a casi todos por el camino, pero hoy ruego que paréis un par de minutos para leerme, que necesito apoyo, dos puntos

Septiembre me acabará matando, año ta taño, cada comienzo escolar doy la vida por organizar la agenda familiar, la doy tanto que pierdo la salud, la mínima paz que tengo y los nervios, esos que también me acabarán matando.

No hay forma humana de que me toque ningún curso un horario en condiciones. Cuadrar colegio, instituto, conservatorio, deporte, revisiones médicas, locura mía, esparcimiento, deberes y la madre que parió al demonio, es mi gran problema mundial anual, es que nadie piensa en mí, ni en la endeblez de mis tripitas ni en lo fácil que es hacerme perder el sueño. Este año, para variar, moriré a plazos, por mi prole que ya estoy viendo venir que ni me agradecerán tanto esfuerzo descomunal, ni estarán a la altura de mis pedazo de expectativas, yo también soy una mala madre por volcar mis frustraciones sobre ellos, conste que lo admito, lucho contra ese caballo desbocado, pero él tiene más fuerza que yo.

Maldito reloj que me despierta a las seven, malditas mañanas marujiles que quiero compatibilizar con el you speak english, malditos fines de semana que son cortos, malditos horarios incompatibles con mi ansiada estabilidad mental, malditos aviones que llegan a deshora.

Y encima estoy bebiendo menos cerveza y me voy a correr siete kilómetros todos los días, por eso de estar reketebuena, entiendo que estar buena es incompatible con el alcohol, tengo que replantearme si compensa. Y encima, también, el hombre que vive en mi casa cada día trabaja más y la rubia anda apatrullando las calles. En esas ando, ya tengo un herpes en el labio y espinillas del stress, ya he ido a todas las secretarias del mundo mundial a rogar que me cambien horas por el bien de mi plebe, y aunque todo esto para vosotros son solamente chorradas a mí me tienen en un sinvivir, por no hablar de mis ojeras y mi malacara, de poco me ha servido ir a la playa este corto verano.

Os dejo para acicalarme, mientras enfermo, para cocinetear y para luego, aluego, salir corriendo a recoger a cada infante a su hora, que por supuesto, son incompatibles con el resto de mi vida. Aynss señor, qué te hice yo para que me castigaras tanto? A qué viene tanta cruz?

Un poquito de Marilyn Manson que está como una chota también, maldita sea la beautiful people que todo le sale bien.


Lucía Morales.

lunes, 10 de julio de 2017

Watermelon. Dp 116



Lo de la paguita lo arreglaría en un plis-plas si me lo propusiera. Llevamos dos semanas de verano y ya estoy reketecansada y supermajarona. Explicoteo, deux points:

Ando con un trapicheo grandísimo últimamente, porque claro, como todo hijo de vecino españolito y olé, también tengo una segunda vivienda, y otro claro, como no la puedo disfrutar ni tal y tal, pues la tengo en esta nueva modernura llamada Alquiler vacacional, que visto desde fuera parece un chollo y todo eso, pero que ya te digo yo que ni hablar del peluquín, que trabajo más que los enanitos de Blancanieves en la mina.

Y es que la vida está llena de poblemas y de inconvenientes, uno es el idioma, mi gran bastión. Me llegan alemanes, franceses, rusos, armenios, ingleses, etc, etc y a este ritmo, no me extrañaría que me alquilara una quincena una pareja de marcianos. Yo no me entero casi nunca de nada, pongo cara de que si y luego de que no, me relío y en vez de decir que I don´t understand you, siempre acabo soltando que I undersand you, y cuando hablamos por teléfono para concretar me entran unas ganas grandísimas de morirme por cateta que soy, y es que mi nivel de inglés de los curriculums es completamente falso, mi nivel real es I´m Mussy and I love you.

Los otros días fue el colmo de los colmos, batieron el récord de impuntualidad, me dijeron que llegarían a las 10h de la mañana y hasta las 1.30 del mediodía no asomaron los bigotitos, y como soy imbécil cosamala, pos los esperé esas tropecientas horas en una parada de autobús al sol ligero, que es el habitual punto de encuentro, si, no miento, cuatro puñeteras horas y media mirando el móvil y cagándome en todo la Cosa del Sol y sus turistas. Aquello fue tan desquiciante que a unas personas que esperaban el autobús en el mismo lugar les pregunté que si les podía hablar un poquito que llevaba allí media vida y que no podía más. Se quedaron un poco locos pero aceptaron, y resulta que era un matrimonio de Soria y su hija que hablaba un poco pija, me acompañaron casi una hora de reloj e hicimos buenas migas, eso, o que les di pena y miedito, nunca lo sabremos, desde luego dudo que vaya a Soria nunca, ni ellos mismos hablaban bien de su tierra, por aburrida y fría, y yo, la verdad, que estaba allí sudando más que Camacho en los mundiales, tuve unas tentaciones tremendas de irme a esas tierras y nunca más volver.

Total, que cuando por fin llegaron mis huéspedes, lo que quedaba de mí, que ya era bien poco, les saludó eufórica y en speakenglish vergonzoso nivel máximo, traían una sandía como un demonio de grande en el coche y se me fueron los ojos tras ella, les dije, ohhhh, is very big, tampoco llego a speak very much, y decidieron darme la mitad. Reeketetotal, que tras enseñarles el apartamento intentando comunicarme mínimamente, y confirmar que todo Cristo habla idiomas menos los españoles me fui a mi casita, tralalalalarita, arrastrando mi media sandía que pesaba 300 toneladas. 

Y en esas ando a cualquier hora, esta mañana ha salido la familia de los watermelons tardones y me he aturrullado tanto que la chavala ha venido a darme dos besos y un abrazo, -nunca entenderé las ganas de besar de los desconocidos- y yo le he cogido el culo. Si, por la cara, ella me abraza y me zampa dos besos y yo le doy dos besos y le cojo el culo! Virgen Santísima voy para atrás, soy cateta a babor y tengo un rollo viejo verde que ni Paco Martínez Soria, será por mis nuevos amigos norteños que algo me habrán pegado.

Ahora toca despedirme hasta nueva orden que tengo que ponerme otro puñetero y repetitivo tutorial de youtube, a qué no sabéis de qué?




Lucía Morales.

martes, 20 de junio de 2017

Alone again. Dp 115





Ojalá pudiera empezar un texto por el nudo, saltarme el planteamiento, las presentaciones, el momento frío de romper el hielo, el conocernos asustados y mirarnos tímidamente; pero no es el caso. Toca nadar en el mar de Baricco y hacerlo sumergiéndonos en sus novelas, ensayos, obras de teatro, en su música y hasta en sus antologías, leerlo y mojarse, en apnea, para luego volver a flote y mirar a los ojos del mundo directamente, ya, quizá, entendiendo algo.

El primer libro que le conocí fue Océano mar, hará siete años, caí rendida. Recuerdo las primeras páginas, barrocas, su prosa bella y poética, los personajes de ensueño, la posada de Almayer y sus niños ángeles, recuerdo enamorarme del Padre Pluche por parecerse a mí y decir las cosas sin filtro, o, las ocasiones en que se dirige a Dios con sus poesías, y el colosal capítulo del Vientre del mar, que recuerdo con el corazón en la boca y las tripas medio locas, de tan demoledor y cierto; demoledor como el mismo océano y cierto porque el mar es la verdad.

Mi nueva tarea en la vida era localizar todos los Bariccos posibles. Leí, más bien devoré, Tierras de cristal, donde estaba la boca de Jun que no te dejaba en paz, epicentro. La imaginación del autor es infinita, su capacidad para crear personajes y situaciones, su forma de vernos desnudos le hacen estar por encima del bien y del mal. Es una historia de sueños  condenados a hacerse añicos, no olvida hablarnos del sentido de la vida, referente en toda su obra, como lo es para Melville en Moby Dick. Baricco escribe: la vida es un tremendo lío y estamos llamados a afrontarla en un estado de absoluta y radical falta de preparación.

Conseguí Esta historia y decidí que sería mi favorito de entre todos sus libros, vuelta a la rendición, amor absoluto por los soñadores, amor incondicional por Elizaveta porque era mala, estaba loca y completamente equivocada. Aprendí las formas de la guerra mientras Ultimo, personaje pintoresco como todos los que construye, batallaba y decía que la guerra era un descenso a los infiernos, y nada más estúpido y mortal, un absurdo paseo por el culo del mal.

Leí Novecento y supe que hasta que no tienes una buena historia y alguien a quien contársela estás jodido. Es un monólogo teatral sobre un pianista que vive en un barco y ve el mundo a través de los ojos de los pasajeros. Toca ragtime porque es la música que baila Dios cuando nadie lo ve. Lo que bailaría Dios si tan sólo hubiera sido negro. Me he imaginado mil veces representándola, evidente, yo también estoy loca y completamente equivocada. Este portento fue llevado al cine en 1998 con el título de La leyenda del pianista en el océano.
Baricco es un gran dramaturgo, en Italia ha publicado y estrenado varios piezas teatrales e incluso hace poco protagonizó una de ellas, se ha convertido en uno de sus motores, junto con la música, siempre se ha definido como un autor que escribe con musicalidad, como Céline, otro de sus grandes referentes, tiene un gusto exquisito para escribir, componer, leer e incluso vivir, y dice que los libros, la música y las personas le han ayudado a tener una idea de la belleza ya que la belleza no existe, pero sí ejemplos de cosas bellas.

Luego leí Homero, Iliada, versión magistral. Estuve en la radio recomendándola, si, así es el cuelgue que tengo, la locutora me miró y pensó que yo era una mujer filósofa, sin saber ella que yo sólo repetía frases de Baricco. Porque, os cuento, mi italiano es escritor, filosofo, músico especializado en piano, fue presentador de varios programas sobre literatura allá en Italia e incluso colaboró con el grupo de música Air, en 2003, en su álbum City Reading. Su carrera comenzó como crítico musical en el diario italiano La República, y hoy, décadas después, es un autor de obligada lectura.

Luego conseguí Seda, más fábula que novela, la obra más famosa del autor, la traducida a más idiomas y que se llevó al cine con el título Silk. Trata sobre Hervé Joncour, un hombre simple de esos que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedente cualquier aspiración a vivirla, hasta que decide emprender un viaje en busca de gusanos de seda y se enamora. Me recuerda de nuevo a Melville, ahora en Bartleby, el escribiente.

Recomiendo fervientemente City, su novela menos conocida y más filosófica. Es una historia de empatía, de soledad, de refugios, de geometría, de ideas y de amigos invisibles, es la vida de Gould  y Shatzy Shell. Que alguien pueda llegar a decir que Hitler y Eva Braun eran sus gimnasios mentales me parece algo al alcance de pocos, su originalidad y su manera de vincular ideas no son propias de los autores de hoy en día, más cercanos a narrar acciones, sin adentrarse hasta lo más profundo en nuestra psique o en nuestra alma. Con este libro he aprendido más de la vida que en mil carreras universitarias juntas, lo juro, leyendo los párrafos del porche, de las casas, de Monet y sus nenúfares que son las nada vista por el ojo de nadie, páginas enteras dedicadas a analizar el cuadro de las nympheas, intentando buscar la verdad, el objetivo del pintor tras la obra. Todavía estoy esperando que alguien la lea y se siente toda una tarde conmigo para comentarla y me diga si fue capaz de soltar el rifle, de levantarse de la mecedora y de salir del confortable porche de su casa, o que me diga si entiende algo de lo que ha leído. Ha sido una novela criticada y poco entendida en términos generales, para mí es un regalo, y un verdadero manual de psicología moderna.

En 2012 publicó Mr. Gwyng y vino a la librería madrileña La Central, sin dudarlo cogí un AVE y fui, pude conocerlo, fotografiarle y confirmar que mi admiración no es locura ni idolatría, está fundamentada en la inteligencia de ese hombre y en su forma de mirar al mundo, reflexiva, en su mente abierta que trata de analizar al ser humano y la sociedad en su conjunto, capaz de todas las perspectivas, recordemos que sus ensayos Next y Los Bárbaros hablan sobre la globalización y la crisis de valores en la que nos encontramos.

Imaginad si este hombre es portentoso, que además de todo lo que os cuento, fundó, junto con otros socios, la Scuola Holden en 1994, en Turín, su ciudad natal, hoy en día es un referente mundial en cuanto a creativos y artistas. Evidentemente el nombre de la escuela es en honor a Salinger y a su famoso protagonista de El guardián entre el centeno, ya que Salinger, junto con García Márquez o Borges son pilares fundamentales para él.

Sufrí al leer Emaús, su novela más seria. Narra la adolescencia de cuatro jóvenes amigos cristianos en la década de los 70. Vi como perdían toda su inocencia, como pecaban y como se perdían al conocer a Andre. Es la novela del italiano que más referencias hace a la salvación, posiblemente por ser en la que sus personajes tienen menos posibilidades de hacerlo, con toda esa culpa y esa mediocridad, también habla de amistad y de soledad –con esa soledad donde germinan los desastres. Brutal.

Sin sangre, corta y sublime, dicen que es un homenaje a Sangre fría de Capote; llena otra vez de liturgias, geometrías, instantes dilatados, verdades, y frases lapidarias, como esta: pensó que, por mucho que la vida sea incomprensible, probablemente la atravesamos con el único deseo de regresar al infierno que nos creó, y de habitar en el mismo junto a quien, en una ocasión, nos salvó de aquel infierno.

En 2013 llega a España Tres veces al amanecer, publicada, como todo lo del italiano, por Anagrama. Novela  de una belleza serena, donde trenza el amanecer con una pareja de personajes en distintos tiempos, creando vínculos diferentes en función de la edad pero en un mismo lugar. Me volví loca al leerle  frases como esta: pensaba en la misteriosa permanencia de las cosas, en la corriente nunca quieta de la vida. Bravo, bravissimo!

Lo último que ha publicado en España ha sido La Esposa Joven, ya en 2016, tras un tiempo de silencio. Ha vuelto con una magia que me recuerda a sus orígenes en Tierras de cristal. Abres la novela, te sumerges, la disfrutas, la cierras, Plas!, te despiertas de un estado de hipnosis que sólo consigue Baricco, Vuelve con su lenguaje barroco y unos personajes aún más estrafalarios y atrayentes, se permite hablar directamente con el lector, confesarnos algunos secretos y jugar con el narrador. Un libro sensual, femenino, delicado, y con mucho sentido del humor, un humor muy sutil e inteligente, otro punto en común con Salinger y con los autores del realismo mágico.

Hay más datos en Google acerca de sus ensayos y otros trabajos. En YouTube  encontraréis decenas de entrevistas, podéis leer su biografía y bibliografía en Wikipedia, pero poco podréis encontrar sobre su vida personal, que guarda con celo. Poco más aparte de que se casara con una periodista y tuvieran dos niños, o, descubrir bichenado mucho, que Baricco juega al futbol con ellos, por ser otra de sus pasiones, -es hincha del Torino- poco más encontraréis, hay que conformarse.

Termino y se hace un silencio, con él una sensación, que seguro que usted conoce, de no estar segura de saber qué hacer con este silencio repentino, y de no estar, en el fondo, a la altura del mismo.




Lucía Morales Ramírez.  









domingo, 11 de junio de 2017

Al ajo, Mariajo. Dp 114.



I confess to you:

Los otros días fue el cumpleaños de mi amiga Maricarmen, Maricarmen, y el de su bendita madre. Los otros días, para dicho evento, me puse un mono muy cuqui de Zara, azul y corto, con motivos florales. Me quedaba bien? qué paso durante y después? qué leches os importa dicho mono?

Al ajo, MariaJo: son días de buscarme felizona para escribir y reescribirme, es tiempo, en mi fuero interno, de paz y tranquilidad, es tiempo de relajo y de gazpacho con ajo, es verano. El cumple fue un exitazo en toda regla, sorprendimos a mi amiga, reímos, brindamos, bebimos y lloramos todos a una como en Fuenteovejuna, y las féminas me dieron a mí casi más alegrías que a la sorprendida, si, para fliparlo, me preguntaron por Dp, y no lo hacían por cumplir o por tener conversación, aquello era un asunto de estado, -estado pequeño tipo Andorra, pero estado al fin y al cabo de Gata-.

Sigo con la boca abierta por las calles de Dios, sigo incrédula, se ve que empatizar, empatizar, aquí empatizamos un rato, y me parece estupendo, que yo felizona tengo carrete para largo, y me dio alegría de vivir, y pensé por dónde empezar las mil historias que tengo para contaros, y me dio subidón del bueno, y así vivía así, así, y así vivía, así, así, y así vivía, así, así, así vivía que yo me vi; hasta que..., siempre tengo que joderla por algo, hasta que me dio por mirarme de muslos para abajo. No sabéis que he visto? y ahora viene la confesión y mi lado valiente y desvergonzado, que es el que hay que sacar en la literatura, como dijo la Lindo hace ya un sábado. Confieso, I confess to you que tengo las rodillas gordas.

(Respira profundamente, Lucía, la belleza está en el interior, Lucía, tienes muy buena conversación y un corazón de oro, querida alma de cántaro)

Si, así de dura es mi vida, así de viejuna estoy, sigo con mi silueta estupenda, mi pinta de universitaria eterna, mi pelo que brilla que es una maravilla, etc, etc, etc, pero con rodillas gorditas, algo colgoncetas por falta de deporte, rodillas de tener cuarentaitantos, y una cantinela en la cabeza, confiésalo pequeña, que ser valientes seguro que nos sirve de algo, todos tenemos defectos y matamos por ocularlos. Y mientras vemos la locura de Angel Garó en Telecirco y ya no podemos justificarlo, y pensamos en su decadencia y su teatro, yo miro para abajo y veo mis delgadas piernas con unas rodillas de señor gordito de 60 años, y comprendo que todo cae, que todo llega y no podemos remediarlo. 


Así que ahora entendéis lo del mono azul de Zara en el cumpleaños, llegué ajena a mis rodillas, ajena a mi club de fans lectural, las oí a todas y una, llamada Melisa, que vino desde los mandriles mismos, me dijo, incluso, que también escribiera de mis profundas crisis, que lo importante es mi forma de contarlo. Las que me leéis rondáis mis años, entendéis lo duro que es ver como las carnes se nos están descolgando, pero aquí me tenéis como bandera sincera, si, y con ganas de reirme de mí misma un rato.

Me despido con un video de Angel Garó antes de perder el tarro, recordemos que hay personas que compatibilizan talento con locura, y que una cosa eres arriba en las tablas y otra, bien distinta, cuando bajas del escenario. Yo adoré a Angel durante años y ahora nos toca a los dos vivir un tiempo de decadencia y desencanto, él por su escaso juicio, y yo por mis rodillas de Tito Paco.





Lucía Morales.


domingo, 4 de junio de 2017

Espontanear. Dp 113





Mucha gente, que me enrelocan, están este fin de semana en El Rocío, ancá Ayamonte, mientras, demientras, yo soy agnóstica, escéptica, ecléctica, fucsia, espectacular y espontánea para mis adentros, si, de manera oficial.

Ya no visito a la novia de Málaga de blanco los martes, sigo con otra devoción más cool, asistir a presentaciones de libros, encuentros con autores, visitas a bibliotecas y tal, y tal, y tal. Explicoteo, di puá:

Elvira Lindo vino el sábado sabadete a la feria del libro de esta ciudad que podemos calificar, desde ya, como la segunda Barcelona, vino, junto con esos millares de cruceristas, junto con la calor de junio, junto con mi reencuentro con el centro, junto con mi memoria vuelta a Manolito, junto con la reedición de Tintos de verano, pero no lo hizo para quedarse, la Lindo estuvo una hora soltando perlas que me han dado un chute chutísimo de energía escritural, por eso de valorar la espontaneidad y las mujeres que se muestran y demuestran libres y me recordé hace un par de años así, llena de dps graciosos, joven, moderna y libre, divertida a la par que crítica social, sin importarme un carajo muchas cosas; esa es la que añoré, la que sigo reconociendo en mis adentros, en mis tuétanos de Piolín, me sentí feliz y contenta, mística sentada otra vez frente al portátil, leída por los estados juntitos de norteamérica del norte a mansalva, mujer maruja ilustrada de postín.

He leído tanto estos meses que creo que el próximo premio Cervantes me lo van a dar a mí, insisto en la pena de desperdiciar mi cerebro, ya que como opositora del Estado o la Junta de Andalucía estoy desaprovechaita perdía, he devorado libros y conocido autores nuevos, he conocido por fin a una de mis ídolas, La Lindo, molo cuasi como Manolo, mi pena grande siempre es la pedrá que tengo, fiel compañera cual la regla cuando viajamos, esa pedrá imperdonable que me hizo llevar al encuentro cultural mis siete libros del Gafotas, en un bolso incómodo, ahí tenéis foto confirmativa del encuentro, se lo dije a la autora que se ve que no es la primera loca como yo que se encuentra y antes de terminar la frase donde le pedía que me los firmara, me respondió categórica: te firmo sólo dos, y oye, me afoteé con ella y me los firmó.

Claro, luego me fui de bares  y terrazas de moda con mi hidalga compañera La Rubia, nos tomamos unas rubias, paseamos el tipazo, mostramos modelazo y pelazo -todo esto sin gluten- y después de herniarme por el peso del bolso y los libros, volvimos a casa con una extraña sensación en el cuerpo, no sabría analizarla ahora, pero era mezcla de perdida y encuentro, tipo reciclaje emocional, cosas de mujeres... 

Hoy ya es domingo, me recuerdo por flashes espectular, ante de mis etapas de vergüenzas y  hospitales fui una desvergonzada, una espontánea de la vida, unos dedos y una mente rápida; escribir nunca será mi oficio, ciertas negativas silenciadas ya me lo han demostrado, pero como hobby, para mí, siempre será el mejor.

Me despido escuchando a Fangoria, que mola otro mazo, y mandando un beso de buenas noches, noches, a todos, todos.



Lucía Morales.

domingo, 12 de febrero de 2017

La La Landryangoslinland DP 112




Benditos fines de semana lluviosos y tal, ayer tarde lloré como una niña chica por culpa culpita de La La Land, explicoteo, dos puntos


Me dijo una amiga el otro día que habría que ver La La Land, a mi parecía que me había dicho que había que matar a un niño chico, me puse superimpertinente, que si yo no veo musicales, que si yo no soy tan comercial, que si yo no veo todas las nominadas a los Oscar, que si pito que si flauta. Me tenía que haber partido un rayo, de verdad, por chuleta  que soy, ayer sábado tarde, sin comerlo ni beberlo vi la película y, aynsss, me quedé prendaita perdía.

Puede que las marujas seamos facilonas en el tema peliculil, que no lo niego, a ver, es que nosotras vivimos del Mercadona a los fogones y como mucho al pediatra o a las actividades extraexcolares. Aquí las señoras del ahora estamos faltas de peliculeo y emociones, y con la imaginación muy limitada, por eso de no decepcionarnos luego. Pasa que llevamos tanto aburridas con nuestras monotonías que nos agarramos a las historias de amor imposible ajenas como un palo ardiendo.

Quién no va a llorar cual posesa al ver a un macho tan enamorado como mi Ryan Gosling, tan, tan enamorado que renuncia a su amor por el bien de ella, si, así de macho es mi nuevo amor platónico. Dónde está la hembra que no cae rendida a los encantos de ese maromo que tiene cejas y expresión de tristeza, pero con espalda de ayyyomá, y que cuando sonríe te da la vida entera. Puede que sea yo la triste que se emociona sólo por eso, puede que me gusten las historias de amor imposible y los hombres que se sacrifican, no sé, quizá soy yo. Pero insisto, ese Ryan y esa Emma son tan simpáticos, jóvenes y atractivos, y se miran y se quieren tanto, tantísimo que te entran ganas de cruzar el charco y obligarlos a casarse, pero no, señores no, se ve que no pueden cumplirse los sueños de las parejas, que sólo es algo de uno, y claro, el que es caballero cambia su destino por su dama, y yo lloro como una posesa de la pena que me da.

Ese joven guapetón y con mirada nostálgica que además es músico y toca el piano que da gloria de verlo, ojo, esto lo hace de verdad que el Ryan sabe de antes, y conste que al principio es para darle de hostias a toda norteamérica del norte por el rollo musical que se marcan tan bestia, que están como cuarenta minutos ahí dale que dale, menos mal que luego mejora la cosa. La pareja vive junta y vienen los problemas, empezar a salir del boquete que les separa y ya no canturrean tanto, cosa que se agradece. Pero durante toda la película suena una pieza de piano que es donde el Ryan se mete cuando le entra la introspección, que es básicamente cuando todas venderíamos a nuestras propias madres por un beso del maromo.

Al final de los finales, y después de destrozarte el corazón es cuando viene la llorera, cada uno por su lado y sin posibilidad de reconciliación, ella no va a dejar su familia estable por él, por muy Ryan Gosling que sea, por mucho que le abrazara y le besara la frente como lo hacía, por muchas canciones que le llegara a componer, no, cuando apuestas tanto por un destino ya no hay marcha atrás y da igual que prometieras amar a alguien por siempre, cuando los caminos se separan ya ni los Oscar los pueden unir.

Todavía suspiro por Ryan, y lo que me queda. Benditos pianos bien tocados.





Lucía Morales Ramírez.

viernes, 27 de enero de 2017

Espiral DP 111



Girar, girar dos veces, comienza en mí, acompañada de un cello, iré danzando en círculos, precisos, ojalá preciosos, pero es tan difícil que no me lo quiero poner como reto, escribir con la responsabilidad de un autor para con la palabra son palabras mayores, soy consciente, gracias a muchos, pero sobre todo gracias a dos personas, giraré por partes, son dos, comunicantes.

Inma, no hace tanto que te conocí, fuiste un giro, hiciste llegar a mi Belén el libro, el que comenzó esto, si, lo sabes, Océano mar, desde entonces todo ha cambiado. Mi mundo ya no estaba solo, lo amplié, hice reformas, entré en mi casa, como dice City, no me quedé en el porche, tuve que entrar y estar en ella un tiempo, el necesario para tirar algunos tabiques. La he puesto muy acogedora, me gusta estar en ella, antes era fría y solitaria, con algunas habitaciones vacías, viví durante años en un iglú, por mi propia voluntad, indudablemente. Y conocí la posada de Almayer, un lugar mágico creado por EL, que no se puede explicar, ni se debe, es un sacrilegio, aunque hay una frase que lo resume, es justo y necesario que la comparta para entender, entenderme, dice Es un modo de perderlo todo para encontrarlo todo. Es eso, quería comprender el mundo, quería todas las verdades, me perdía mucho, igual que me pierdo ahora, no lo niego, pero antes no había regocijo, ahora, siempre lo encuentro, en muchos lugares, pero sobre todo en sus libros, y en mi propia casa, no me considero un personaje de EL, pero si estoy en muchas de sus páginas. Ya no estoy sola, aunque me empeñe. Quisiera explicar todo lo que sucede en mí pero no puedo, o no quiero, quizá por eso intento cada día que la gente lo conozca y lo lea, para ahorrarme explicaciones de mi forma de ver la vida, de entender el mundo, ya se encarga EL, y de la mejor manera posible, lo demás es sacrilegio.

Pasó el tiempo, yo seguía imbuida en mis libros, encontrando caminos, leyendo verdades, llenando vacíos y sembrando belleza, es bonito eso, llenas un hueco con la semilla de algo que sí te completa y que sabes que germinará, en mi caso fue con otro giro, Cristina, ahora ya no sólo leo, también escribo.

Cris, qué te digo? Me giraste, si claro, para adentro, si, y cómo se llama eso? Lo tuve que buscar no lo sabía, Espiral, es una espiral, tiene muchas curvas, cada una puede ser algo o alguien que cambia tu rumbo, pero en mi caso me meten en mí, para una cosa que tenía dentro y sacaste, escribir, y vuelvo al verso, tranquilidad que me salgo, es por eso de girar y girar, y también por algo extraño que me para, dices que me define, le tengo miedo, lo llamas verticalidad, me hace volver a perderme, me deja ciega si no me encuentro, puede que ahora no quiera hacer aflorar ciertos sentimientos y no lo niego -no me niego, no es justo- ya estoy decorando mi casa con los muebles que quiero, conseguí mi habitación propia pero ahora tengo que ganarme otra cosa, se llama respeto. Sé que lo necesito para continuar danzando, conseguí con mis vueltas que me vieran y me creyeran, pero me queda otro reto, y es que Yo no me creo.





Lucía Morales.

jueves, 5 de enero de 2017

Unochenta. Dp 110



¿Imaginas un árbol con muchas ramas? ¿Esas ramas con muchas ramificaciones? Sin flores, sin fruto ¿Sólo pequeñas ramitas? Básicamente así me veo y me siento desde hace meses. Explicoteo, dos puntos.

No es algo triste ni dramático, o puede que tal vez si. Es una especie de dispersión que vino para invadirme y quedarse, admito darle cancha, por tener la cabeza en otras cosas, o por pura pereza    -madre de la pobreza- en resumen resumiendo, no estoy por florecer ni florecida, se lo he dicho a la rubia esta mañana; es una triste pena.

Imaginas a alguien que cuando conoces parece que tiene posibilidades de muchas cosas, ¿tipo comerse el mundo? Esa soy yo.

Definitivamente soy un engaño, un chasco, un truco o trato. Me pasa en varios modos o niveles, sobre todo en el laboral, pero estoy asumiendo que no creo que vuelva nunca a ese mercado. Me pasa y sucede hasta con la gente, cada vez me relaciono menos y peor, empezó por mi ya famosa etapa de las vergüenzas -maldita etapita- y se alimentó de lo rancia que me estoy volviendo.

No sabemos si esto pasará, como las oscuras golondrinas. No sabemos si es que el 2016 me ha destrozado y puede que no pueda recomponerme nunca, Qui lo sa. Lo que si sé, es que escribir menos Dp no me ha ayudado, ser escritural necesita de una práctica constante y sonante. 

La rubia y yo semos culturales, lo sabe el mundo entero, semos lecturales, escriturales y musicales. Vamos a eventos varios, últimamente vivimos en El Cervantes. Damos Symposiums a cualquiera que ose escucharnos, pero, siempre el pero, hay una brecha creciente entre nosotras -malditas brechas- y es que la rubia ha contratado un canal de cine independiente y ve películas raras extranjeras subtituladas, me cuenta cosas de belgas y tal, me deja loca, me mira raro, ya no es la de antes, se siente fina y elegante; ten amigas para esto. Por todo esto, y por que mide unochenta, no me queda otro remedio que querer matarla, hay que entenderme, la rubia es mucha rubia y yo tengo una racha mu mala y así no se puede, un poquito de consideración y empatía, y un poquito de por favor.

Total, que todo esto no viene a cuento, pero ayuda a mi particular lucha contra la dispersión, sería magnífico que nos tomáramos las terapias gratuitas en serio: hablar con amigas, pasear por el parque, ver puestas de sol, ser cursis a reventar sin sentir vergüenza, etc, etc y reketeetc.

Y ahora voy a marujear un rato, y a pensar cosas superprofundas, como qué botas le pido a los Reyes Magos, una negras sosas que pegan con todo, o unas rojas maravillosas que sirven para mirarme los pies y confirmar que mi armario no está a su nivel colorario.




Hasta luego carahuevo.

Lucía Morales.

Mi CV está aquí. Dp 124

Estaba tomando cañas, dos puntos No recuerdo la última vez que escribí un Dp, seguramente hace demasiado, demasiado de todo, para ca...