domingo, 1 de mayo de 2016

Sin querer y sin cesar. DP 102



Llevaba un tiempo callada, hoy vuelvo revosadita de cosas que contar. 

No fui a una Venta a comer con la familia por el Día de la Madre, no hice una gran paella ni nada parecido. Cogí el bus con mi prole y nos plantamos en el Palmeral del Muelle, venía un grande, una bestia de la palabra, ando algo enamorada de un párrafo que le leí hace poco en la nueva revista de relatos Tales, qué digo algo enamorada, estoy colada hasta las trancas, como una perra, me considero devota de ese párrafo lleno de contrariedades, como la vida misma, es mi nuevo amor masculino literario, sin querer y sin cesar, por un columna escrita en esa revista, que se titula La niña

Entiendo que soy una psicópata neurótica, lo entiendo y lo admito, pero es lo que hay, quien no lo haya leído no lo entiende, lo siento, hay cosas que no se pueden cambiar, por ese párrafo soy capaz de muchas cosas, como hoy, volver a publicar.

Alvaro Pombo llegó al Muelle con sus 77 tacazos y una humildad a prueba de bombas, al final va a ser verdad que leer es bueno, que tanto leer es bueno, me presenté diciéndole que no era nadie, y me lo confirmó diciendo, ninguno somos nadie, veis? Soy lista a rabiar, me codeo con eruditos para confirmar sentencias, nos retratamos y lo subo a Facebook, un pie en la vanidad y el otro en modo trascendental.

Hubiera sido maravilloso escuchar todo lo que decía, por alguna extraña razón no había micrófono para la presentación del evento, y los entendidos y yo nos hemos pasado una hora leyéndole los labios al erudito, eso duele, vas a oírle, y no puedes, lo poco que escuché aseguro que iba más allá de lo genial, ha prometido volver en otoño, o puede que lo haya imaginado, no sé, insisto, esa mente cultivada es otro nivel del pensar.


Molo y el mundo se ve que a veces no vive ajeno, se me ha sentado al lado el Alcalde de Málaga, Don Francisco, hablándome con total naturalidad, visto lo visto yo le decía Paco y no me cortaba un pelo, es un encanto de hombre, sabedor de la pedazo de persona que hoy visitaba nuestra ciudad, y quiero informaros que ahora es mi nuevo más mejor amigo, sin querer y sin cesar, ha estado a pique de un repique de invitarme a almorzar, si, flotaba en el aire, pero se tuvo que marchar a no sé qué de las cruces de mayo, me quedo loca con su agenda apretada, lo hemos comentado. El gana votos y yo amigos nuevos, gracias a mi culturalidad.




Creo que he perdido ritmo y fuelle escribiendo, no debí dejar tanto el blog, pero es que estaba intentado madurar y dar un gran salto en mi escritura, maduraba leyendo a los grandes, porras, cuando llevo un rato tecleando tiendo a versar, nunca entenderé mi lado poeta, espero perderlo cuando me llegue la madurez esa que ansío sin querer y sin cesar.

En tiempos de cultivo y barbecho, en modo sólo lectural, no penséis que no escribo, sólo que lo hago mentalmente, para mí solita, así nadie me podrá dañar, me ahorro exponerme y sentirme pública, leyendo callada nadie juzga, mientras sigo buscando respuestas, apuntado palabros preciosos, mirando diccionarios, adorando a Salinger, conociendo autores buenos de verdad. Incluso hoy me planteé enviar un relato a esta nueva revista, pero no sé cual, juro que no sé cual, buenos de verdad tengo pocos, si me atrevo y lo envío ya contaré, si en unos meses no cuento nada, os ruego, no se os ocurra preguntar.

Ahora con vuestro permiso voy a tumbarme en mi sillón un rato, necesito seguir leyendo a mi nueva amor femenina literaria, Sara Mesa, que me quita y me pone las ganas de tomarme en serio ser escritural. Vuelvo a su novela Cicatriz, que ahonda y ahonda.

Sed felices, leed mucho, sin querer y sin cesar.




Lucía Morales.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi CV está aquí. Dp 124

Estaba tomando cañas, dos puntos No recuerdo la última vez que escribí un Dp, seguramente hace demasiado, demasiado de todo, para ca...