Carta de una extraña a DP, dos puntos
¿Cómo sabes que estás
llegando al límite de tu resistencia al tedio, la rutina y el sopor del
cotidiano día a día de la canícula? ¡Es muy fácil! Lo sabes ese día aciago en
el que repasando la agenda social de los hijos de tu amiga, que tienen menos de
10 años, te ves envidiando a los niños cuando caes en la cuenta que ellos tiene
más vida social en una semana que tú en los 3 meses verano.
El caso es que una es
de natural optimista sin fundamento científico, y por alguna razón inexplicable
y, nada científica, llevaba parte del invierno y toda la primavera pensando que
cuando llegara el verano todo sería super chachi piruli, y saldrían arco iris,
los aldeanos no reuniríamos a la caída de la tarde a cantar espirituales y los
unicornios nos acompañarían con el batir de sus alas al tiempo que llovían
gominolas... Vale, lo reconozco, ya sé que eso más que optimismo, parece una
intoxicación por algún tipo de hongo surgido en un paquete de cereales de
desayuno, pero cómo soy celiaca y no tomo cereales, van a tenerse que creer
ustedes que lo mio es un optimismo que hace tiempo rebasó la línea de lo
enfermizo...
Qué a estas alturas,
me paro yo a pensar cómo han sido los veranos de otros años, y me quedo así,
con el ojo torcido y mirando para arriba y sólo puedo llegar a la conclusión de
que durante el invierno y la primavera he sido poseída por algún tipo de
espíritu chalado y amante del verano, porque lo que es servidora, en sus
últimos veranos se iba a morir por la insoportable levedad del ser (con
puntuales y milagrosos rescates de mis muy amadas Las Divinas*)
Y es que tú dices que
vives en Málaga, y al personal parental-amiguil
se les pone esa expresión de “eres una amada de los dioses y nos duele
la envidia” que te deja a ti en tus entrañas to´pa llá.
Y es que ellos no
entienden que tú, aunque vivas en La Costa del Sol, estás muy en el interior,
en ese interior dónde siempre hace 10 grados más que en la costa, y los hace
con alevosía, plasta y sin brisita del mar. Que por muy rebonito que sea vivir
en medio de 30 mil árboles, cuarenta grados son cuarenta grados...
El caso es que el
verano se acercaba y yo me imaginaba que me iba a pasar el día de la playa al
chiringuito, del chiringuito al copeteo nocturno, al after, vuelta a la playa y
así hasta el infinito.
Admito que pensar
estas cosas cuando tienes 17 años, es casi de recibo..., pero a estas alturas y
con estas edades... ¡Si ni siquiera dejé tiempo para dormir! (tengan en cuenta
que del after salto de nuevo a la playa) . Casualidades de la vida; dormir duermo
casi tan poco cómo si estuviera en la versión del playa/chiringuito/after, ¡Son
las cosas del Universo; le gustan las gracias barrocas con final sodomita!
¿Tú no querías un
veranito en donde no pegaras ojo? ¡Pos ahí lo llevas!
LETRA PEQUEÑA: Por recortes en los presupuestos, el
Universo lamenta no poder incluir lo de la playa/chiringuito/copeteo/after,
pero no se preocupe, le aseguramos que dormirá tan poco cómo si talmente
estuviera en los menesteres anteriormente citados para que no deje de sentir
que el Universo y su junta directiva le acompañan en sus deseos y están
dispuestos a hacer realidad al menos uno . Esperamos de corazón que disfrute de
las muy escasas horas de sueño que se le proporcionarán, y es posible que
muchos días vea incluida en su tarifa olas de calor y terrales que harán las
delicias de su existencia junto con la gran somnolencia que le acompañará
durante la canícula.
Mi abuela solía decir
que Dios tenía un sentido del humor muy suyo, y que hasta que no te reías con
Él, no paraba. ¡Venga va..., lo estoy intentando!
Pero la próxima vez,
procuraré leerme la letra pequeña...
* Las Divinas
son el grupo de mujeres más maravillosas de Campanillas, ellas pusieron la
primera luz para la mejor versión de mi misma.
Y cómo en este blog
es menester acompañar las letrillas con unas coplas... Ahí sus dejo a Zoé ¿Por
qué? Pos porque si, porque me sale del alma, me gustan y tal y tal...
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