lunes, 24 de marzo de 2014

Una nadie en su reino. DP 16


Tras dos días de darle absolutamente todo en el festival de cine de Málaga he sacado varias conclusiones marujiles.

La principal es que no soy nadie, ni aquí ni en Pekín ni en una alfombra roja, ni lo era yo ni lo eran los demás. Hay gente que piensa que es alguien, pero es tan relativo y absurdo que me cuesta llegar a entenderlo. Vivir un momento al máximo es lo único que me hace sentir viva, pero tengo que aprender que el máximo también puede ser tumbarme sola y no hablar, aprender a estar calladita, terminaré por cortarme la lengua, será mi aportación al mundo, mi silencio.

Sábado, cuero, tacones, gente, focos, más gente, más focos, comenzaban las mentiras. Llego a las 10.05 al stand de fotos de la plaza de la Constitución y ya no podía subirme a jugar a ser alguien, con lo mona que iba, con lo mona que iba, tras el primer chaparrón fuimos a buscar comida. Comer y beber, una vez puestos es fácil, comida sin gluten, mi amiga por su salud, yo por envidia y empatía, beber, beber es ya otro cantar, y me censuro a mí misma. Beber, beber, beber.

Beber rápido que se nos hace tarde para ver a Carmina, pero la película empezaba con retraso de una hora, tuvimos que acabar en otro bar, y beber para esperar, ya mi cuerpo de nadie estaba dormido, pero con ganas de ver a mi adorada señora de León, es que esa tía es muy grande, hacer películas naturales y sin pretensiones es todo un arte, y de verdadero arte ya hablaré o escribiré otro día.

Carmina comenzó, estábamos en segunda fila, os cuento que estar tan cerca puede llegar a producir daños en la retina, pero tengo superpoderes y no me afectan esas chuminadas, además lo importante es ir guapa y parecer joven, creerte alguien y que tu cuerpo y la vida te bajen de ese escalón de engaños.

Voy al baño, ahora vengo. Pero nunca volví, Carmina, tuve que hacer esa noche mi propia película, todo estaba borroso pero la repetiría. La taza del water, mi amiga la taza, y el agua que del grifo del baño fría salía, en la nuca, en las muñecas, como antes, como cuando era joven y ajena a mi insignificancia.

Me coge el pelo para que no me manche, para que no me lo estropee, tras tantas horas de peluquería. Protagonizar en la intimidad de un baño del cine Lluvia de albóndigas fue mi gran dicha, que me soplaran donde estaban de fiesta los famosos no sirvió de nada, a esa hora ya no quería, ni podía. Qué iba a hacer una maruja con aspiraciones vanas y pretenciosas en una fiesta de alguienes, naaaaada, salvo engañarme embriagada.

Taxi, no saber cerrar la boca nunca, e intentar dormir algo. Otra mentira. 

Domingo tarde, mis mejores galas, todo era ropa prestada de mi hermana pequeña, toda, gracias a la Virgen que no compré prendas para jugar al cine.

Otra vez jarros de agua fría, chaquetas, vestidos preciosos largos, tacones imposibles, y en primera fila, mi verdad, que soy yo, y mi siempre amiga, jajajajajajaja, lo mejor del fin de semana, las mejores risas. 

Con ella me río absolutamente de todo, lo que más, de nosotras mismas. En esta película iba con una vanidad por chaqueta, pero me la tragué de un bocado, sólo, de solamente, salieron mis piernas y brazos, con el violonchelo de mi hija en medio, que vale que tengo unas piernas de infarto, infinitas y tal, pero, dónde estaba yo? estaba con toda mi ajenitud en primera fila.

Demasiados pecados vividos estos días, vanidad, gula, y todo lo que no pienso contar. Gracias al cielo que tengo a mis niños para saber lo que de verdad es vida. Nunca entenderé como una tarada como yo puede haber tenido semejantes criaturas, para ellos siempre soy la estrella. No necesito ser la más guapa, ni la estrella invitada, ni la más lista, ni joven, ni nada, en mi nadieria sincera se basa su amor incondicional.

Brillar en tu casa sin focos es mi vida, esta semana voy a otro estreno, pero sin pretensiones, ya sé que no saldré en la gran pantalla, sólo se vislumbrará mi espigada silueta, peinada perfecta para nada. Pero entre película y película ejerceré de madre, con mis musicalidades, mis compras, mis limpiezas y mis alocadas escrituras, que pierden su gracia con los días, tiendo a versar, es incontrolable.

Hoy no me hace gracia recordar mi insignificancia, pero como ejercicio de humildad es impagable. Esta semana el mundo del cine se quedará para la gente del cine, y yo a mis cositas. Ya no quiero hacer de extra en más películas, y darlo todo, engañarme viva.

Me debo avergonzar de las chorradas que hago? no, es que no me sale, es que no tengo vergüenza, ni pudor, tengo tanta tontería dentro que no me caben esas cosas.

Un beso enorme a mi Isa que hoy se merece muuuuuucho amor.

El mundo es más bonito sin tacones, con calzado cómodo, estamos todos al mismo nivel, rías o llores, pero viva y loca como Carmina.
Nací y moriré desaprovechaita perdía.


lucia morales






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