Mientras el mundo sigue loco, España lucha por la dimisión de Ana Mato, y pensamos en que el Ebola nos dará los que nos merecemos os pongo lo último de mi Lolo, dos puntos
Como os informé, el Señorllévamepronto de hoy
trata sobre Emilio Botín. Y lo primero que hay que decir de él es que fue el
presidente del Santander, y lo segundo, que está muerto. Tiene además el honor
de encabezar la lista antológica de fallecimientos y dimisiones de personajes
públicos de mi querida España.
Cuando me enteré de su doblada dije de él que
“ha muerto uno de los hombres que más ha hecho por la destrucción de España”.
Lo que pasa es que lo dejé ahí. Hoy voy a justificarme, porque si no va a parecer
que es que me caía a mí mal o algo.
El hombre puso todo su empeño en cargarse
España, y tal vez le hayan faltado seis o siete años más de vida para
conseguirlo. La clave de su actuación y de las de muchos como él, es anteponer
el odio y la avaricia al bienestar del pueblo español.
Desde su posición como cabeza visible de la
banca española, desplegó toda influencia sobre la clase política, a los que obligó
a actuar en contra de la moral, ejerciendo toda la presión, actuando al margen
de la ética, comprando o alquilando voluntades de los diferentes gobiernos de
la democracia,a excepción del de Suárez, para que este país fuera gobernado según
la ley del Far West, o sea, la ley del más fuerte.
El resultado de su acción sobre el mercado
laboral, después de casi 30 años de gobierno a la sombra, es un país con 6
millones de parados, la mitad de los cuales ya no percibe ninguna prestación,
con una población activa de 16 millones, que deben soportar a unas clases
pasivas de 30 millones, con prejubilaciones a los 50 años que pagamos todos,
con ERES que pagamos todos, con muchísimos parados mayores de 40 años que se
suman al paro juvenil del 50% y que no tienen ninguna posibilidad de encontrar
empleo.
Con un tipo de trabajo cada vez más precario,
con menos carga de horas, con menor salario, con menos derechos sociales y que
por primera vez desde la Guerra Civil, un español, a pesar de que tenga trabajo
no tenga garantizada su subsistencia. Es decir, gracias a Botín los
trabajadores españoles estamos empobreciéndonos. Aunque tengas trabajo, los
recortes sociales y las bajadas salariales te impiden hacer frente a la
hipoteca, y el banco os quita la casa a ti y a tus padres… Y para mayor cachondeo,
aún le sigues debiendo la hipoteca. Esto es incalificable. Según la ley de
España será lo justo. Según la ley de Dios te conduce al infierno.
Botín también se curró la destrucción del
estado del bienestar. Copago farmacéutico, reducción de servicios sanitarios,
cierre de hospitales y centros de salud. En educación, con cada vez menos
centros públicos, atendidos por menos profesores y más alumnos por clase, menos
servicios, como comedor, y menos becas. Recortes en dependencia, recortes en justicia
y seguridad ciudadana, que influyen directamente en el aumento de dramas como
las muertes de mujeres por violencia de género.
Fue directamente a cargarse el patrimonio
público introduciendo la privatización de tantísimas empresas públicas,
vendidas a precios de risa a sus amigos, como el caso de Telefónica, que cuando
Aznar se la regaló a su compañero del cole Villalonga tenía más de ochenta mil
empleados, y hoy a duras penas supera los diez mil. Clara estocada al empleo, eh?
pero también al precio de los servicios, ya que desde que estas empresas son
privadas, han encadenado tarifazos, como los de las eléctricas o las subidas
abusivas del precio de la gasolina.
Por último y por tocar lo más fundamental de
su acción destructiva, este señor también ha venido modificando a favor de las
grandes fortunas las diferentes leyes fiscales, consiguiendo que para la banca
y la gran empresa, España sea un verdadero paraíso fiscal. Como conclusión, las
grandes empresas en España apenas pagan impuestos... El esperpento máximo en
este sentido son las sociedades conocidas como SICAV, con una carga impositiva
del 1%, o las últimas amnistías fiscales para fortunas en bancos suizos y de
Luxemburgo. Eso sí, el peso máximo de la carga impositiva recae sobre los
asalariados.
Su sucesora el único mérito que tiene es
apellidarse Botín. En sus hombros recae la tarea de acabar la obra que su padre
dejó inconclusa: terminar de destruir España… ¡Aaaay Señor, llévame pronto!
Pendiente para la próxima entrega: Isidoro
Álvarez, presidente de El Corte Inglés. Esta empresa es clave en uno de los
mayores problemas que sufrimos ahora mismo en España, y que os desvelaré
próximamente.
Espero que pronto Lolo haga su DP acerca de muchas dimisiones del burlesco y dantesco gobierno actual, y todos sus puñeteros payasos. Mientras una oración coplera tan absurda como lo que nos rodea.
Lucia Morales y Manolo Sanchez
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