Yo sólo, de solamente, quería desfallecer bailando, dos puntos
Tiré este año la toalla de los deseos, tapando casi por completo el arcón de los sueños, enterré un anhelo, buscar el párrafo perfecto, malgasté segundos, horas, despilfarré mi tiempo, acuné silencios, embriagué lamentos.
Leí lo más bello, releyendo hasta instaurármelo dentro, pensé todo lo malo y todo lo bueno, malusé sin piedad ilusiones y despechos. Tragué saliva envenenada de mentiras y recuerdos, recuerdos que tanto me esfuerzo en recrear de nuevo.
Conviví mortalmente con la monotonía que me acorrala, siempre al acecho. Pinté la rutina con los pocos colores que aún mantengo.
Descubrí que mi reloj está llorando por no encontrar la historia que cuente como he llegado a este momento. De tanto esconderme olvidé maldecir lo que niego, perdí combates que conmigo tengo.
Sólo quería desfallecer, cerrar los ojos sabiendo que el tango es un pensamiento triste que se baila, sabiendo que la soledad no se encuentra más que en la soledad que se lleva, lo acabé aprendiendo.
He malgastado todo un año sumida en la soledad más absoluta, lamiéndome de la peor forma mis heridas, trenzando frases sueltas en tormentas, abandonada con mi conciencia. Estoy terriblemente cansada de echar leña al fuego fatuo del infierno.
Contoneo mis curvas mientras pienso cansada que la tecnología no alimenta mi ego, que quien no vive mar adentro ahoga sus miserias en un barreño.
Me contoneo bailando porque soy de carne y hueso.
Me contoneo bailando porque soy de carne y hueso.
Y ahora que sabes que pierdo mi tiempo, debo desearte un feliz año nuevo? ya te he dije que me duelen los deseos, sacar esa sonrisa sería contarte un cuento. Agacha la pantalla que crees que es tu espejo, baila y bebe conmigo, construyamos nuevos recuerdos. Brindemos por aprender a no ensuciar lo verdaderamente bello.
Lucía Morales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario