lunes, 3 de febrero de 2014

Desaprovechaita perdía 3

Desaprovechaita perdía 3

30 de enero de 2014 a la(s) 15:17

Toma, toma, toma, toma guitarras, si, que voy a hablar de cosas que os importan un bledo, pero este escribir hace que no pierda la rutina cultural de cuando voy a los cursos escriturales, ahora estamos de vacaciones y antes que desaprovechar mi talento innato con las letras os caliento la cabeza un rato, siempre hay algo absurdo que contar, en lo más cotidiano y en lo más tremendo.

Empezaré por el principio de los tiempos, como Manolito Gafotas. Ya de chica leía mucho, sobre todo cómics, teníamos sólo, de solamente, 1 libro gordo y nos lo releíamos las tres hermanas por menos de un pito, vinieron más libros, claro, aventuras sobre todo, y éramos tan jartibles que mi madre nos regañaba diciendo, en la mesa comiendo no se lee, en la mesa comiendo no se lee !

Ojo eh, eso era todo lo mal que nos portábamos en casa, leer mucho, luego vinieron las bibliotecas, los bibliobus, y los fantásticos carnés de niña cultural, todavía los tengo guardados, un día subiré uno, o no. En fin, que yo para madrepuchero no iba, ni me veo en el futuro. Sigo leyendo, pero menos estos meses, y es por eso que llaman, coño que se me ha olvidado, ah! DISPERSIÓN, tengo la mente abierta, si, pero dispersa también, tanto que ayer mientras tomaba el sol en mi terraza, perdón, meditaba, meditaba, me dio por recoger el árbol de navidad, si, es que estaban los niños con su música clásica, y como ya no tengo el nivel que se requiere, pierdo cualidades por momentos, decidí tumbarme, pero la culpa, amiga inseparable de toda madre, la culpa me picó cual escorpión, recogí esa esquina maldita navideña que me mira todos los días y ya si eso la semana que viene quito las luces, que por ahora no le hacen daño a nadie, ni me molestan para limpiar, jajajajajajaja, hablando de limpiar, esta mañana han tocado los cuartos de baño, no tiene chispita de gracia, pero son mu agradecidos, como mis niños y como yo misma, somos un equipo, jajajajaja.

Vuelvo al tema principal de hoy, la juventud, he llegado a la conclusión, gracias a las conversaciones que mantengo con mi amiga cajera que no tiene más de 25 años, de que los tatuajes son una forma más de no aceptar la edad verdadera, como un elixir de la eterna juventud, si, si, si, que ya sabemos que las cremas y todas esas mierdas que nos venden en la tele son mentira, qué nos queda, aparte de pintarnos como puertas y hacer como que sabemos llevar tacones, a veces, pos tatuarnos, y ahí está nuestro pase perpetuo a la eternidad.
Hubo un tiempo de mis juventudes socialistas, si, socialistas, que yo por Felipe González antes mataba, ahora lo mataría a él, pero bueno, hubo un tiempo en que dejé de leer, se llama adolescencia, y oía música sin parar, y qué oía, pues Héroes del Silencio, básicamente, jartiblemente, repetidamente, obsesivamente, nada de progresivamente, Enrique y yo éramos uno, pero él no lo sabía, lo que me extraña años después es que nunca llegué a entender ninguna de sus letras, otro desaprovechamiento.

Cantaba convencida de que lo hacía igual, volvemos al autoengaño, ahora bebo dosis de realismo con el karaoke, canto fatal, pero a puntos no me gana nadie.

De tatuajes hablábamos mi cajera y yo, cuando no sé porqué hemos terminado hablando de la sequedad vaginal, y es que todo va enlazado, esa muchacha no la conoce en su tierna juventud, y yo tampoco, punto que me apunto, compartimos tatuajes y compartimos no tener sequedad vaginal. Y así voy por el mundo, intentando verme reflejada en las chicas jóvenes, turgentes, con sus caritas lisas, su creerquesecomeranelmundo, sus yonuncameequivoco y todo eso que ya viví.

Anoche, si, me cambio de espacio y tiempo como me da la gana, pero esto es mío y escribo lo que quiero, total, que anoche cuando llegó el opá, otra vez se puso a mirarme felizón, y es mu de extrañar, dos miradas de esas en la misma semana nunca había pasado antes, y yo miraba también algo extrañada, no le pregunté si es que estaba por reenamorarse, ya quedó claro el otro día que eso no era, y me dijo -me has hecho reír, y me has hecho limpiar el monitor.- Que qué?. Esto si que es grande, el opá limpiando!. Si, me dijo que de reírse, al leerme, se puso a escupir a cada frase, jajajajajaja, vamos un carcajeo. Qué arte tengo y que desaprovechaita que estoy!

Lucía Morales

prueba gráfica de que fui en un tiempo tan joven tan joven, que hasta fui niña.
prueba gráfica de que fui en un tiempo tan joven tan joven, que hasta fui niña.

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